martes, 27 de diciembre de 2016

COMUNICACIONES: Señales caídas: criminales derrumban las telecomunicaciones en Venezuela

Señales caídas: 

criminales derrumban las 

Fotografía Andrés Kerese

telecomunicaciones en Venezuela


 A principios de junio, unas 85 mil personas quedaron sin señal telefónica en Cumaná durante una semana. El asalto a una torre de telecomunicaciones de la compañía Digitel dejó sin cobertura a 70% de su clientela en la capital del estado Sucre, una ciudad de casi 400 mil habitantes en el oriente de Venezuela, donde el 14 de junio una persona murió y más de 400 fueron detenidas en saqueos y protestas por escasez de alimentos.
José Luis Fernández, director comercial de Digitel, encabezó el equipo de técnicos encargados de restablecer el servicio. “Robaron la estación y destruyeron todo”, asegura el ingeniero mientras saca su celular del bolsillo y muestra las fotografías que capturó ese día. Dentro del recinto que resguarda la base de la antena, tres técnicos lucen preocupados porque los cables de transmisión de datos fueron robados. Otras imágenes reflejan evidencias de vandalismo: cableado cercenado y equipos desmantelados; las cajas de metal que resguardan las tarjetas de microchips quedaron abolladas. “Le cayeron a palazos a esta estación e incluso abrieron un boquete en la pared para entrar al autogenerador”.
Digitel reporta 42 estaciones inhabilitadas y en los días críticos hasta 100.000 clientes resultan afectados al mismo tiempo. Fernández explica que “80 estaciones fuera de servicio equivalen a cerca de 400.000 a 500.000 usuarios afectados, ya sea porque no tienen señal o empeora su calidad”.
Si una torre de telecomunicaciones deja de operar, otra que esté conectada a ella puede absorber la señal aunque se genera embotellamiento de datos, precisa el vocero de Digitel. “Se caen las llamadas, entra ruido en la señal, o se escucha el teléfono ocupado. Cuando recibes el mensaje: ‘el número que está llamando no puede ser localizado’ es indicativo de congestión porque no hay capacidad para entregar la llamada”.
Los asaltos no sólo comprometen la señal de telefonía móvil y fija, también la conexión a Internet y los enlaces puntuales de datos para empresas, un recurso primordial para la banca. Según Víctor Martínez, gerente de redes de Telefónica, los servicios corporativos son cruciales en los poblados remotos, donde cadenas de farmacias, ferreterías y otros comercios se conectan en redes. Si se pierde la señal, colapsa la conexión de todo el sistema.
Movistar, filial de la española Telefónica, contabiliza hasta noviembre 636 robos –179% más que en 2015– en 360 estaciones: 48 torres no están operativas y otras 5 trabajan parcialmente. Al menos 15% de sus clientes perdieron el servicio o tienen dificultades para comunicarse por este déficit.
Aunque la estatal Compañía Anónima Nacional Teléfonos de Venezuela (Cantv) no ha revelado cifras sobre asaltos a sus instalaciones, sí ha reconocido que “las acciones contra las redes telefónicas afectan los servicios de telefonía fija, móvil e Internet, tanto en residencias como en comercios” y “conjuntamente con los cuerpos de seguridad del Estado (…), trabaja para evitar actos de vandalismo que atentan contra los equipos de la empresa, y por ende contra el derecho de usuarias y usuarios a estar comunicados”, según una nota divulgada por la empresa en marzo de este año. Para este reportaje Prodavinci solicitó una entrevista a Manuel Fernández, presidente de Cantv, pero no obtuvo respuesta.
Hace dos meses se desplomó una torre de 40 metros de altura que Movistar y Cantv compartían en la zona industrial de El Guayabal, en Guarenas, a 38 kilómetros de Caracas. Los delincuentes que asaltaron la estación se llevaron hasta las tuercas que mantenían en pie la infraestructura.
Los últimos reportes de robo en estaciones de Cantv fueron publicados el 19 de diciembre. Según la compañía, vándalos asaltaron instalaciones en el centro de Valencia, capital del estado Carabobo, y otra torre en el sector Palo Negro, en Aragua.


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