Jugar en la infancia evita
Sobrepeso a futuro
La actividad física no solo es importante para adolescentes y adultos, también es indispensable para los niños. Se sabe que el incremento del sedentarismo en los niños y la repercusión que este factor tiene sobre el aumento en la obesidad infantil es uno de los hechos más preocupantes globalmente para la salud pública. Los hechos son indiscutibles: de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) más de 40 millones de niños menores de cinco años tienen sobrepeso. Según el médico ecuatoriano José Reinhart, especialista en deportología, para prevenir el sobrepeso en los niños, como primera medida los padres deben incentivar el juego desde temprana edad porque desempeña un papel fundamental en el desarrollo neuromotor. Esto significa que permite el surgimiento de reflejos que automatizan los movimientos, lo que favorecerá a futuro el desempeño deportivo competitivo o recreativo. Además, el juego ayuda a los niños a socializar, comunicarse y aprender a compartir. Existen muchas maneras de incentivar el juego en los niños. Algunas recomendaciones de la Asociación Americana de Pediatría son:
· Dele a su hijo tiempo para explorar concosas como el agua, la arena, cajas ocualquier otro objeto seguro que encuentre interesante.
· A los niños les encanta imitar a los adultos, por eso proporcione elementos simples y seguros como vasos de plásticoy platos, ollas y sartenes, libros, entre otros, y así jugarán a ser “mamá” o“papá”.
· Invite a otros niños a su casa o a jugar en el parque del vecindario. De esta manera, aprenderán a sentirsecómodos con otros niños.
· Evite ofrecerles juguetes como pistolas porque fomentanel juego agresivo.
Según Reinhart, como segunda medida, los padres deben fomentar la práctica de actividad física regular en sus hijos a partir de que cumplan los 5 años. Según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades en Estados Unidos (CDC), la actividad física en la infancia mejora la fortaleza y resistencia, contribuye a la formación de huesos y músculos saludables, reduce la ansiedad y el estrés, aumenta la autoestima y puede mejorar la presión arterial y los niveles de colesterol. Además, de acuerdo con un estudio científico publicado en agosto de 2012 en la revista Archives of Pediatrics& Adolescent Medicine, "la actividad física, el entrenamiento deportivo y los juegos con participación física desde la infancia, constituyen un mecanismo preventivo del sobrepeso y la obesidad". De acuerdo con el doctor Reinhart, la recomendación adoptada por la OMS es que los niños sanos de 5 a 17 años realicen un mínimo de 60 minutos diarios de actividad física. De este tiempo, su mayor parte debe estar dirigida a actividad física aeróbica como caminar, correr o andar en bicicleta. Además, aconseja incorporar la actividad física de fortalecimiento óseo y muscular, como mínimo 3 veces a la semana. Por último, la actividad física produce un incremento en la sudoración (pérdida de agua y electrolitos, sodio, cloro, potasio, magnesio) por lo que es fundamental que los niños se mantengan adecuadamente hidratados durante y después de cada actividad. Los niños activos a menudo están tan entretenidos que se olvidan de ingerir líquidos. Por eso, sus cuidadores deben recordarles que beban algo, señala Reinhart. El agua es sin duda una fuente de líquido muy importante, pero muchas de las bebidas que consumimos habitualmente como los jugos, la leche, los refrescos y las bebidas gaseosas, entre muchas otras, contienen más de un 85% de agua, por lo que también son buenas fuentes de hidratación.
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