Revela las tendencias de
Ciberseguridad 2018
Hoy en pocas horas se crean más
ejemplares de malware que durante toda la última década del siglo XX. Los
objetivos de quienes se dedican a la ciberdelincuencia han cambiado, ¿Por qué? Pues porque las
técnicas se han sofisticado, los vectores de entrada se han multiplicado y las
herramientas de infección se diseñan de forma más específica. Cada vez
más, los atacantes estudian minuciosamente a sus víctimas para adaptar su
estrategia de ataque y conseguir provocar el mayor impacto posible.
Eficiencia, eficacia, efectividad y
rentabilidad que quedan demostradas por el recuento de hasta 75 millones
ficheros de malware distintos creados hasta el mes de octubre, lo que se
traduce en 285.000 nuevas muestras detectadas al día por PandaLabs, el
laboratorio antimalware, de la empresa de seguridad informática Panda Security.
¿Qué ha sido tendencia en 2017?
– El
objetivo económico se comparte en más de la mitad de los ataques,
mientras que el espionaje representa la segunda motivación de los atacantes.
– Los
ataques ocultos con movimientos laterales adaptativos, se está haciendo
demasiado común.
–Ataques
sin malware: es hoy una de las amenazas preferidas por los atacantes
quienes privilegian permanecer invisibles a las protecciones tradicionales y no
depender de la interacción humana por parte del atacado lo que les permite
doblar la rentabilidad al optimizar el efecto del ataque.
– Creación
de nuevas herramientas para explotar vulnerabilidades y búsqueda del
éxito de su ataque al margen de la acción humana a partir de nuevos vectores de
ataque.
–El objetivo es el endpoint.
El perímetro se ha difuminado, la movilidad es el día a día en cualquier
empresa y las redes corporativas están mucho más expuestas.
–Ex
empleados que intentaron extorsionar a sus antiguas empresas, hasta el
punto de que los ataques son iniciados por actores internos.
-Mayor
presencia de grupos de cibercriminales organizados, como Lazarus Group,
con objetivos muy visibles: medios de comunicación, sectores como el
aeroespacial y el financiero, así como infraestructuras críticas tanto en
EEUU como en otros países.
–Ciberguerra y ciber-ejércitos: en plena carrera armamentística en el
ciberespacio, las naciones están creando cibercomandos para reforzar sus
defensas ante cualquier ataque a empresas o infraestructuras de interés
nacional.
El año, en cifras:
PandaLabs analizó y neutralizó
un total de 75 millones de ficheros de malware en lo que va de 2017, lo que
supone una media de 285.000 nuevos ejemplares al día.
Un hecho está claro: hay muchos más
ejemplares de malware infectando cada uno menos máquinas. Cada muestra de
malware atacará el mínimo número de equipos posibles para pasar
desapercibido y así minimizar el riesgo de detección y conseguir su objetivo.
Este hecho se respalda en que de todo
el nuevo malware (ficheros PE) nunca visto antes de este año
(15.107.232), solo el 99,10% ha sido visto una única vez; es decir en
14.972.010 muestras. Si miramos las cifras desde el otro extremo, vemos que
efectivamente una insignificante parte de todo el malware está realmente
extendido. Sólo hemos visto 989 ficheros de malware en más de 1.000 equipos, el
0,01%
Esto viene a confirmar lo que ya
sabíamos, que salvo contadas excepciones –como WannaCry o HackCCleaner– la
mayor parte del malware cambia cada vez que infecta, por lo que cada ejemplar
tiene una distribución muy limitada.
¿Predicciones de ciberseguridad para
2018?
· Ciberguerra y sus consecuencias: En lugar de una
guerra abierta donde se puede diferenciar a cada bando, estamos ante una
estrategia de guerrillas con ataques aislados cuyos autores nunca acaban de
estar claros.
· Freelancers al servicio del mejor
postor, operaciones llamadas de bandera falsa y un incremento de víctimas
colaterales de estos ataques es lo que nos depara el 2018.
· Malwareless – ataques de hacking: aumentará la
cantidad de este tipo de ataques que abusan de herramientas no maliciosas para
llevar a cabo sus ataques. También aquellos ataques que utilicen aplicaciones
comprometidas.
· Malware para dispositivos móviles e
Internet of Things seguirá en alza. En general, los dispositivos IoT no están en
el punto de mira de los ciberdelincuentes como objetivo final. Lo que sucede es
que estos dispositivos aumentan la superficie de ataque, por lo que utilizarlos
como vía de entrada a la red de nuestra empresa va a ser cada vez más
frecuente.
· Más ataques avanzados y ransomware para el
nuevo año: tienen un retorno de inversión muy alto con un riesgo muy bajo.
· Mayor conciencia de ataques en empresas: por primera vez el
público será consciente de los ataques que se producen y que en muchos casos se
esconden gracias a la aplicación del reglamento GDPR.
· Redes Sociales y Propaganda: incremento de fake-
news por la capacidad de estas plataformas para influir en la opinión pública.
Facebook, la red social más grande del mundo, está tomando ya cartas en el
asunto. Si se descubre que una página de Facebook distribuye repetidamente
noticias falsas, prohibirá que ésta se publicite en la red social.
· Criptomonedas: El uso de las
criptomonedas seguirá creciendo, y también crecerá de forma notable toda la
ciberdelincuencia que lo rodea, como las infecciones de equipos con software de
minería de criptomonedas o el robo de wallets de usuarios.
¿Conclusiones?
Las actualizaciones de seguridad
deberían formar parte de un proceso prioritario dentro de todas las empresas.
Casos como el WannaCry o el de Equifax lo así lo reafirman ya que cada día que
pasa sin parchearse un sistema vulnerable está en riesgo tanto la reputación de
la compañía, la integridad de la información propia, de clientes y proveedores.
Incluso la producción puede ponerse en peligro e incurrir en pérdidas
millonarias.
Los países están invirtiendo cada vez
más en capacidades defensivas y ofensivas, con el punto de mira en
infraestructuras críticas.
El 2018 dibuja un entorno más
peligroso, lo que obliga a implantar un cambio de mentalidad y estrategia para
conseguir las mayores cotas de seguridad y proteger los activos en la
red. Tanto en el ámbito empresarial como particular, la formación y
concienciación son aspectos clave en estos momentos para mejorar la situación
en lo que a ciberseguridad se refiere.
El conocimiento de los ataques debe ser
la base para establecer las defensas apropiadas. Herramientas de Machine
Learning y el trabajo de investigación de los equipos de Threat Hunting como el
de Panda Security son fundamentales para evitar futuras intromisiones.
Los ficheros de firmas ya no sirven y
las cifras hablan por sí mismas: más del 99% de todo el malware no vuelve a
aparecer nunca más en ningún otro lugar.
Hay un problema de enfoque: aquellas
soluciones de seguridad tradicionales que siguen centradas en luchar contra el
malware, están condenadas a extinguirse si no cambian de estrategia.
Y por supuesto, no podemos olvidar la
cooperación internacional y la creación de un marco legislativo común, como
será el GDPR; como algunos de los aspectos clave de una estrategia de
ciberseguridad.
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