Editorial.
Y
Que…
La Venezuela actual carece de todo, lamentablemente,
ni siquiera tenemos dirigentes que tengan los pantalones o las faldas bien puest@s,
solo nos limitamos a crear rumores e inventar diálogos que no llegarán a ningún
lado, nuestra valentía quedo en el pasado, en este momento no queremos
enfrentar la realidad que se nos avecina y tampoco queremos luchar,
democráticamente y de acuerdo a nuestra Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, que es clara en sus enunciados,
sin embargo presenciamos el presunto ajusticiamientos de varios jóvenes
venezolanos que ya se habían rendido y solo quería entregarse y luego
observamos, en silencio, cuando sin explicación alguna se negaban a la entrega
de los cadáveres a los familiares.
Vemos con ojos de aprobación como mueren niños,
jóvenes y ancianos por falta de alimentos o por no tener los medicamentos en el
momento de necesitarlos o sencillamente porque en los hospitales no nos reciben
por no tener como atendernos por la falta de insumo. No es raro escuchar la
muerte, el secuestro, el robo o el asesinato de un familiar o amigo a manos del
hampa desatada y que no hay autoridad capaz, en nuestro país, de detenerla.
Para colmo nos
quedamos callado cuando compramos los alimentos de primera necesidad creyendo
que nuestro silencio es de vital importancia para que no nos quiten el bozal de
arepa que nos da el gobierno y el cual no es otra cosa que una gran demagogia
para hacernos cómplices de sus tropelía
y desafueros. Creemos, sinceramente que ese silencio nos hace cómplices de todo
lo que sucede en nuestro país y mañana cuando solo nos quedemos los viejos en
Venezuela no tendremos derecho a protestar ya que para ese momento será muy
tarde.
Por ultimo debemos y tenemos que denunciar que el
actual régimen permite que abusen de nosotros porque tiene miedo de una
insurrección civil o de una simple poblada, para ello citaremos solo el aumento
desmedido de la carne, del pollo, del azúcar, de la leche, del pan, de la margarina,
del papelón, de las busetas, de los estacionamientos y todo eso sucede con el
beneplácito de nuestros gobernantes y queridos lectores amárrense los
pantalones o las faldas según sea el caso no vaya a ser que nos pase algo muy
grave ….. y después no nos quejemos dice un refrán popular “De pues del ojo
afuera No vale santa Lucia”· S.B.R
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