70%
de los casos de
cáncer de ovario
son diagnosticados en un estado avanzado
Cada 8 de mayo
se conmemora el Día Mundial del Cáncer de Ovario, una enfermedad que afecta los
órganos reproductivos femeninos y que, por su alta incidencia, es recomendable
que todas las mujeres se realicen anualmente una evaluación ginecológica de
rutina que incluya una citología y una ecografia de los ovarios.
Algunos exámenes
de rutina como las exploraciones pélvicas, incluyendo ecos intravaginales o
tacto vaginal y las pruebas de citología (Papanicolaou), suelen ser indicadores
eficaces en la prevención de algunos tipos de cancer ginecológicos. De ser
necesario, la realización de una biopsia podría confirmar o refutar el
diagnóstico.
El cáncer de ovario
se divide en varios subtipos: el más común es el cáncer de ovario epitelial,
el cual se forma en la superficie del ovario (el epitelio del ovario) y
representa aproximadamente 80% de los tumores primarios de ovario.
La Dra. Cristina
García Sebastián, oncólogo clínico del Hospital Luis Razzetti señaló que “el
cáncer de ovario epitelial no es frecuente en mujeres menores de 40 años; por
lo general se presenta después de la menopausia. En 50% de los casos las
mujeres afectadas tienen más de 60 años, a diferencia de los tumores germinales
de ovario, que tienen una mayor incidencia en mujeres más jóvenes”.
La mortalidad
dependerá de la etapa en la que se encuentre la enfermedad al momento del
diagnóstico. Se plantea que la supervivencia a los 5 años es de 45%
aproximadamente. En etapas tempranas, cuando la enfermedad no se extiende más
allá del ovario (etapas IA y IB), la probabilidad de que la paciente supere los
5 años de sobrevida luego del diagnóstico es de 92%. Lamentablemente, solo 15% de todos los casos de cáncer de ovario se
detecta en etapa temprana, indicó la Dra. Cristina García, oncólogo clínico del
Oncológico Luis Razzetti.
Síntomas y factores de riesgo
En etapas
tempranas, por lo general la enfermedad no causa síntomas, mientras que en
etapas más avanzadas se puede observar aumento del volumen abdominal (por
líquido o masa tumoral), presión en la pelvis o dolor abdominal, dificultad
para ingerir alimentos o sensación rápida de llenura al comer, y cambios en los
hábitos intestinales, destacó la oncólogo.
Adicionalmente,
se han identificado factores de riesgo modificables, como la obesidad (Mujeres
con un índice de masa corporal mayor de 30 podrían tener más riesgo de padecer
la enfermedad); el uso de algunos medicamento para la fertilidad; un primer
embarazo a término después de los 35 años o nunca haber tenido un embarazo
también podría aumentar el riesgo de cáncer de ovario.
Entre los
factores de riesgo no modificables están los causados por alteraciones
genéticas, que pudieran ser heredables. Las personas con antecedentes familiares
de algunos tipos de cáncer (como colorrectal y mama), están vinculadas a un mayor
riesgo de cáncer ovárico.
Cirugía: tratamiento principal para este tipo de
cáncer
La cirugía es el
tratamiento principal para la mayoría de los tipos de cáncer de ovario. Sin
embargo, existen otras herramientas como la quimioterapia y la terapia dirigida;
según la etapa en que se encuentre la paciente, las opciones de tratamiento
podrían variar. En mujeres jóvenes con lesiones en etapas tempranas, es posible
tratar la enfermedad preservando la fertilidad. En la mayoría de las pacientes
con cáncer epitelial de ovario, la cirugía tiene dos objetivos principales:
determinar la etapa del cáncer y erradicar en
lo máximo posible la enfermedad (cirugía óptima); para lograr estos
objetivos es importante la experiencia que tenga el cirujano oncólogo en tumores
ginecológicos, acentuó la especialista.
La recomendación
de la especialista es realizar una visita anual al ginecólogo para descartar
cualquier anomalía, lograr un diagnóstico temprano de la enfermedad y aplicar
los tratamientos necesarios para ofrecer una mejor calidad de vida al paciente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario