Pacientes con enfermedad de Crohn y
Colitis Ulcerativa
ENFERMEDAD INFLAMATORIA
INTESTINAL
PUEDE CAUSAR DESNUTRICIÓN
La nutrición debe considerarse un componente integral
en el manejo de la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerativa, dos patologías
que conforman la enfermedad inflamatoria intestinal. En la enfermedad de Crohn
se afecta el sistema digestivo, desde la boca hasta el ano. Dicha patología
dificulta la absorción de nutrientes y provoca diarreas severas, causando
desnutrición y deshidratación.
La
médico internista y gastroenteróloga, Ana Serrano, comentó que la malnutrición
es una
característica común de la enfermedad inflamatoria intestinal. Detalló que: las
deficiencias nutricionales o la incapacidad para mantener el peso ideal, ocurren
entre 50% y 70% de los casos de enfermedad de Crohn, y entre 18% y 62% en
pacientes con colitis ulcerativa.
Asimismo, explicó que esto ocurre debido a que en la
enfermedad de Crohn, el intestino delgado está inflamado, por lo que tiene
menor capacidad de digerir completamente y absorber los nutrientes de los
alimentos, ocasionando diarrea al igual que desnutrición. Si el intestino
grueso también está inflamado, la diarrea puede hacerse aún más extrema.
Por su parte, la inflamación del colon causada por la
colitis ulcerativa, provoca que el organismo no recicle el agua en forma
adecuada, derivando en una posible diarrea severa y por consiguiente generando
descompensaciones. Al tratarse de una enfermedad crónica, es posible que los
brotes afecten de manera significativa la nutrición, hidratación y calidad de
vida del paciente
“Al no atender correctamente la desnutrición
relacionada con la enfermedad, distintos
órganos y sistemas se ven afectados gravemente, empeora el pronóstico en la
evolución del paciente, debido a la alteración de la función del sistema
inmune, el retraso en la curación de las heridas en los periodos de
convalecencia de la enfermedad y la disminución del estatus funcional, aumentando
así la mortalidad”, acotó la especialista.
Adecuada alimentación
Para Serrano, la alimentación del paciente con
enfermedad inflamatoria intestinal va a depender de la fase en la que se
encuentre, bien sea remisión o crisis, para así poder garantizar que los
medicamentos sean más efectivos. También recomienda, una adecuada masticación
de los alimentos, comer de seis a ocho veces al día, disminuir el volumen de
los alimentos e ingerir comidas bajas en fibra.
Dichas recomendaciones de la galena, se basan en que
los pacientes con enfermedad inflamatoria intestinal pueden presentar déficits
de: calorías, proteínas, lipoproteínas, alfa y beta caroteno, licopenos,
vitaminas hidrosolubles y liposolubles, cobre, magnesio, calcio, hierro y zinc,
los cuales deberán compensarse con complejos vitamínicos, entre otros.
Recomendaciones según el
estado del paciente:
·
Fase de Remisión: La alimentación debe ser lo
más normal posible, aportando a los pacientes todos los nutrientes básicos y
conociendo la tolerancia o no a ciertos alimentos. Se podrá promover el consumo
de pescado azules, así como, disminuir el consumo de: azúcares simples, grasas
saturadas y trans, como crema de leche margarina, mayonesa, entre otros.
·
Fase de Crisis: Los alimentos mejor
tolerados son: leche y productos lácteos bajos en grasas y deslactosados,
carnes blancas (pollo, pescado y pavo), espárragos, zanahoria, auyama, arroz,
plátano, yuca, apio, ocumo, batata, palmitos y vainitas.
Para concluir la doctora Ana Serrano, recomendó a
estos pacientes evitar los alimentos que por lo general no sean bien tolerados,
tales como leche completa y quesos con
alto contenido en grasas, carnes rojas y vísceras, pescados azules, vegetales y
frutas flatulentas, leguminosas, cereales integrales o con gluten, y grasas
saturadas.
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