lunes, 14 de agosto de 2017

POLÍTICA/OPINIÓN: PDVSA por dentro


PDVSA por dentro

Por Mario A. Beroes Ríosp

Desde pequeño estuve vinculado a la industria petrolera ya que mi papá era el Director Ejecutivo y de RRPP de ACAES, la entidad gremial afiliada a Fedecámaras, que agrupaba a todas las estaciones de gasolina o de servicio del país, por lo que la relación con las empresas petrolera como Creole, Shell, Mobil, Standar Oil entre otras era algo normal. Acompañar desde muy pequeño a mi padre a convenciones, viajes y demás "saraos" fue el premio a pasar de grado en el Colegio La Salle, y quizás lo que me hizo definir un poco, además de la admiración al trabajo como periodista de economía de mi primo Agustín Beroes, el gusto por el periodismo económico y financiero.
Por eso ver actualmente lo que es la "empresa líder de Venezuela" me produce un inmenso dolor y pena como venezolano. La gran mayoría de los trabajadores que conocí de la industria se han ido o los fueron. Apenas alguno que otro conocido tengo en PDVSA y, obvio, por mi posición política si me ven me voltean la cara.
Por eso me llamó poderosamente la atención la llamada de S (no puedo identificarlo, no sólo porque me lo pidió cuando nos vimos, sino porque si se enteran en PDVSA lo despiden), quien por todo el medio del cañón me expetó: "Quiero contarte algunas cosas que están sucediendo en PDVSA; no aguanto más y eres el único que se que las puede divulgar sin temor y sin exageraciones".
Al vernos me sorprendieron sus ojeras y su intranquilidad. A pesar de reunirnos en un sitio bien discreto y apartado, donde nos garantizaban una conversación sin sobresaltos, S no dejaba de mirar nerviosamente para los lados. En las tres horas que conversamos se fumó 12 cigarrillos y me confesó que sufría de acidez estomacal y bursitis, entre otros males gracias a su trabajo en PDVSA.
-¿Y por qué no renuncias, antes que PDVSA te mate, S?
-Ya lo que me queda es algo más de un año para jubilarme. Si me voy ni prestaciones ni nada me van a dar.
En fin, S casi que llora cuando me reconoció que con el gobierno de Maduro la situación financiera y operativa de nuestra empresa se había agravado a límites inimaginables. Que con Chávez las cosas funcionaban, quizás porque el precio del crudo venezolano era otro, "pero con esta desgracia de Presidente que tenemos están tratando de convertir a la petrolera en un bastión de apoyo del PSUV, degradando aún más a una empresa ya vulnerable".
"Los nombramientos políticos se han impuesto sobre el trabajo de veteranos ejecutivos petroleros, mientras que los empleados estamos bajo una creciente presión para asistir a los mítines del Gobierno y votar por los candidatos oficialistas".
-No me dices nada nuevo o que no se conozca. PDVSA no es la sombra del holding que conocimos cuando comenzamos a trabajar, tu en la industria y yo como reportero en El Diario de Caracas. En esa época era una empresa líder, orgullo de todo el país y referencia en el exterior... 
Me reconoció, cuestión que al principio no hacía y que costó nuestro alejamiento personal y profesional que el creciente énfasis en la política en detrimento del desempeño había contribuyendo a un rápido deterioro de la industria petrolera de Venezuela, y que la fuga de talentos había sido un "leñazo" que había logrado que PDVSA fuese considerada como una de las peores empresas en cuanto a resultados y gerencia empresarial".
"Todo es un desastre y tenemos que aplaudir", He tenido que explicarle a mis superiores y escribir actas donde detallo el por qué he faltado a mítines políticos. Si ahora hablas con cualquier ex empleado veras como coinciden en que la misma va en picada".
-Ahora, tras cuatro meses de protestas contra Maduro, la nueva directiva nos presiona más para que asistamos a los actos públicos. Ya la gente, así les paguen y les den de comer, no quiere asistir. Esa gerencia obliga y amenazó a los trabajadores que serían despedidos a menos que votaran en la elección de la asamblea constituyente, propuesta por Maduro.
Por otra parte S, me confirma las informaciones de la agencia británica Reutters que nuestra producción de crudo va a cerrar el 2017 en mínimos desde hace 25 años, "aunque el gobierno aún depende en gran medida de PDVSA como su motor financiero".
-Y entonces ¿qué van a hacer tus gerentes; que le van a decir a no sólo a Maduro, sino al país, porque ni con trampas van a poder esconder la situación?
-El problema además de eso son las peleas internas; que a veces son a gritos y con amenazas de tiros y golpes. La gerencia está manteniendo un equilibrio precario y te puedo asegurar que las facciones políticas están cada vez más encerradas en las luchas de poder dentro de la empresa. Eulogio Del Pino es un guevón y está totalmente impotente.
Mientras tanto, la infraestructura de la compañía se está desmoronando, los taladros activos están en mínimos históricos y las refinerías están funcionando a una fracción de su capacidad.
-¿Tan grave es la cosa?
-Ya nos cansamos de quejarnos al sindicato. Rangel lo que le interesa es cobrar su bola de dinero y no atiende ni le presta atención a los reclamos. Apenas dos asensores funcionan en la sede de La Campiña, y uno es el de presidencia. Los baños carecen de papel higiénico y sus automóviles están dañados en el estacionamiento. El papel y la tinta, escasos en la empresa, son usados para hacer carteles con fines políticos. Y la cafetería es un pase seguro a contagiarse con una gastroenteritis o cualquier enfermedad estomacal. la otra vez, en un sanduche apareció una cucaracha. 
-Y me imagino que la Dirección de Comunicaciones niega todo y dice que es un ataque de la derecha imperialista; que esa cucaracha la trajo la CIA con el queso y el jamón, o pero ni siquiera toma en cuenta tus requerimientos para una entrevista.
-Exacto. El gobierno ha negado y lo va a seguir haciendo cualquier acusación de mala administración, diciendo que hay una campaña de la derecha y los medios de comunicación para difamar a Venezuela y minimizar el apoyo de PDVSA a los programas sociales. Esa es la orden que tienen en Comunicaciones, donde por cierto, el director no lo es.
El tiempo se agota y S tiene que regresar. Quedan muchas preguntas por hacer sobre las relaciones de la petrolera con los EE.UU., Rusia, China y los árabes; Citgo y la posible salida de Delpino de la presidencia. S promete otra reunión, "pero yo te contacto". Me da las gracias por los artículos que sobre el tema le envío a una cuenta de correo electrónica "secreta". Un abrazo y el tradicional cuídate mucho nos despide.
Camino a la parada de las camionetas que me traen a Guatire cavilo un poco sobre mi compañero de estudios, y lo difícil que es trabajar donde se está consumiendo su salud y calidad profesional. Sólo me queda desearle al Creador que esos meses que le faltan para la jubilación pasen rápido y pueda volver a hablar con él.

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