OSCAR D’LEÓN:
42 AÑOS CONQUISTANDO EL MUNDO
Ciertamente, para el venezolano,escuchar el nombre Oscar D´León, en cualquier parte, dentro o fuera del país, es sinónimo de ¡Orgullo! y más aún para quienes lo conocemos desde hace muchos años, cuando apenas comenzaba a darse a conocer en el ámbito musical criollo, y casi inmediatamente en el internacional. Es por ello, que cuando este bajista de corazón, arriba a esa cifra de años profesionales, leemos una excelente entrevista que le hiciera nuestra colega y mejor amiga Evelyn Navas Abdulkadir (que paralelamente trabaja con su orquesta, paralelamente con la Orquesta Sinfónica de Venezuela) y que sencillamente ¡No tiene desperdicio!, por lo que transcribimos textualmente algunas de sus citas, como por ejemplo: Un accidente doméstico con la
consecuente pérdida de la visión en su ojo izquierdo, no amilanó la
inquebrantable voluntad de un hombre que se hizo a sí mismo a pulso. Caraqueño
de origen, Oscar Emilio León Simoza,
mejor conocido como Oscar D’León es músico autodidacta, que eligió el bajo como su
instrumento y pulió su hermosa voz para cantar un género exigente: la salsa.
Su éxito en América Latina y todos
los países de El Caribe junto a su orquesta La Dimensión Latina, le
merecieron ser conocido como El Faraón
de la Salsa y también como El Sonero
del Mundo, cuando conquistó Europa, Asia, Estados Unidos y muchas
latitudes, donde impuso sus temas hoy por hoy considerados clásicos.
Oscar D’León proviene de una populosa parroquia de Caracas, Antímano y desde muy
pequeño se interesó por la música caribeña. De sus inicios en el canto recuerda
que: “eran
dudosos, no tenía forma de saber que sería cantante. Me atrajo el bajo porque
es un instrumento líder en cualquier agrupación, pero nunca tuve formación
académica. Aprendí a tocar de forma empírica oyendo los temas de la Sonora
Matancera, tratando de imitarlos. Fue una gran emoción para mí tener un bajo en
mis manos, la primera vez que lo toqué, ni siquiera sabía que tono estaba
tocando. Con el tiempo me fui amoldando, me acompañaba en cualquier tema”,
nos cuenta el artista. Sin embargo hoy, no toca su bajo cuando está en el
escenario: “Hoy manejo la orquesta y eso me complica las cosas”.
Su carrera
musical se inició cuando tenía 28 años, llegó a desempeñarse como mecánico,
taxista y hasta culminó la carrera de topógrafo, que nunca llegó a ejercer.
Mientras tanto, incursionó en varias agrupaciones musicales. Destacó por ser un
gran bajista y llegó a ser cantante cuando el destino le brindó una oportunidad
que no pasó por alto: tenía la posición de bajista con una agrupación que
tocaba en la cervecería La
Distinción, en la que inicialmente sólo cantaba en los
coros, sin embargo, ante la ausencia del cantante principal del grupo antes de
una presentación, manifestó su interés para cubrir esa vacante y es así como se
inicia como la voz principal de la banda.
En 1972 Oscar
D’León crea La Dimensión Latina,
junto al percusionista Elio Pacheco, José Rodríguez, el trombonista César
"Albóndiga" Monges, el pianista Enrique "Culebra" Iriarte
(que sería sustituido luego por Nano Ladera, Tony Monserrat y Jesús Narváez) y
José Antonio Rojas. Se estrenan el 15 de marzo de ese año en un ensayo en casa
de Iriarte en La Guaira y debutan luego en La Distinción. Graban el primer disco y logran el éxito con
el tema Pensando en ti.
Dos años después se une el bolerista Wladimir
Lozano, comenzando una relación muy exitosa con Oscar D’León, ya que como
dupla logran imponer temas como Que
bailen tós, La Piragua, y el primer éxito
internacional Llorarás,
compuesto por el mismo Oscar D’León, así como también, La Vela, Divina Niña, Taboga, JuancitoTrucupey,
El frutero, Parampampam y Dolor
cobarde. Los arreglos musicales de la orquesta siempre fueron de Monges y Oscar D'León.
La conversación continúa ¡Dále que te pego! y el "entrevistado" de repente comenta: Oscar D’León no cree en la suerte sino en el trabajo y en la
responsabilidad. El éxito viene de ser constante con su profesión: “No
elegí la Salsa como género, es cuestión de gusto. Hoy disfruto de cualquier
género con aprecio y un gusto total. La fama y el éxito vienen de ser acucioso
con la profesión, de pensar en ella como la prioridad, de atenderla y quererla
como lo más importante de la vida. Para mí, mi Orquesta es mi primera familia y
mi música es lo más importante porque me da felicidad”.
Oscar D’León es compositor desde muy joven: “Escribía
desde antes de la Dimensión Latina, pero hice sonar mis temas con ella y así me
catapulté. Hoy me inspiro en cualquier motivo favorable para escribir una
canción. Mi forma de componer es ésta: primero tarareo y después visto ese
maniquí con letra. En muchas ocasiones me llega la musa y cómo no tengo un
grabador conmigo, se pierde parte del proceso. Para mí es fácil componer porque
he sido dotado con un don de la naturaleza: captar la música y saber qué es
bueno o no, qué va a ser un éxito o no”, nos cuenta.
Oscar D’León, con ese tino para saber cuándo tenía un éxito
discográfico en sus manos, aprovechó todas las ocasiones: “Es difícil prever si se va a ser
exitoso, pero cuando supe de esos primeros éxitos con la Dimensión Latina,
pegué un grito y de verdad, tenía razón, me di cuenta de que con ella iba a
trascender. Tengo ese feeling para saber si un tema será exitoso con solo
escucharlo, pero hay otros factores que determinan el éxito discográfico como
el ensayo constante, la disciplina, la responsabilidad y la puntualidad”,
revela y es en estos aspectos donde se ha afincado para mantenerse en el tope
desde hace más de 40 años.
Hoy cuando
evalúa su carrera y cómo ha impactado al mundo con su música, sonríe y dice; “Significa
mucho, se trata de mi familia, mi país, mi música, mi orquesta. Y es que mis
músicos son como mis hijos, me preocupa que sus hogares estén bien, los oriento
y aconsejo. Todo esto va en mi pensamiento. He aprendido mucho, he caminado el
sendero del éxito y por eso me digo que no debo ser arrogante, sino tranquilo,
ser auténtico y fiel a mi forma de ser y vivir la vida sin apresuramiento, eso
sí, tomando acciones certeras para mantenerme vigente”, puntualiza Oscar
D’León.
Ahora
“Con sabor sinfónico”
Tocar junto a su
orquesta, lado a lado de la Orquesta Sinfónica de Venezuela, fue
toda una experiencia para ambos. “El sonido es majestuoso, es un sentimiento
muy particular y único. Estar con una orquesta sinfónica es lo máximo dentro de
la música. Llegar a esos altares es sentirse realizado. Un gran orgullo”,
así relata su experiencia y es que desde los ensayos para Fitven 2013, todos los músicos de la Orquesta Sinfónica de Venezuela
estaban contagiados con esa energía tan propia que impone Oscar D’León y su
característico ¡sabrosoooo! se hizo
sentir en la sala José Félix Ribas
del Teresa
Carreño para el ensayo preliminar. En Mérida, hasta la madrugada el
público bailó, sin importarle el frío y la lluvia.
Más
allá de la adversidad
Oscar D’León ha sufrido en carne propia varias vicisitudes,
como un infarto o la pérdida de la visión del ojo izquierdo, pero eso no parece
detenerle. Siempre logra recuperarse y volver a los escenarios con su sello
característico: ¡su sonrisa!.
Hoy nos llena de
orgullo y satisfacción y con su Grammy
Latino en reconocimiento a su trayectoria impecable en sus manos, sigue
sonriendo con simpatía: “El consejo que les doy a los artistas
jóvenes es que sean auténticos, que mantengan un estilo propio, que ensayen
mucho, sean cordiales y sencillos. Ser humildes es el tesoro de cada quien”.
Y aquí paramos, porque si seguimos escuchando la historia de su vida, cuando termine de contarla, nosotros seremos ¡PARTE DE SU PASADO!
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