¿La oposición solo critica?
¡NO!
Ellos mismos descargan
las medidas presidenciales
Bajo el título “Lo que viene es feo“,
el periodista Ruben Marcano publicó
un artículo en la página digital chavista “Aporrea.com”, donde refleja la profunda crisis
económica y social en la que está sumida Venezuela y que va a empeorar en las
próximas semanas.
El artículo de Marcano, que hemos querido publicar por considerarlo de interés,
admite lo mal que lo están pasando los venezolanos que hasta los propios
chavistas se atreven a criticar al presidente Nicolás Maduro.
El país está al borde del abismo y
la conflictividad social a punto de estallar. La escasez y el desabastecimiento de
productos básicos, hasta de papel periódico, amenaza con el cierre masivo de
empresas y tiendas, sin que el mandatario muestre intención de enderezar el
rumbo y zanjar los problemas.
El oficialista
Marcano escribe:
¡LO QUE VIENE ES
FEO!.
La cortina de humo que echó el mandatario nacional poco
antes de las elecciones de alcaldes, comienza a disiparse, y reaparece la cruda
realidad.
Unas semanas estuvimos emborrachados de
onerosos precios y de una especulación atroz, fruto de empresarios
irresponsables, política económica errática y sobre todo una falta de
supervisión y control por parte de las instituciones del Estado.
Despuntó enero 2014, y las perspectivas
económicas son francamente feas.
Enumeremos
algunos aspectos:
Escasez. Siguen
disparados los índices y ahora más que antes. Los productos regulados no se ven
ni en los mercales, pedevales y muchos menos en Bicentenarios. Se consiguen a
través de los bachaqueros y trajinadores de los diferentes mercados, a precios
exorbitantes.
Hoy antes de
escribir este artículo, me topé con una persona que llevaba un
bulto de harina de trigo (trae 12) en sus hombros. Le pregunté el precio: “está
a 350, pero me lo revendieron en 750”, respondió. Es decir, a 62 bolívares el
kilo, y eso a precio de mayorista.
La leche descremada, brilla
por su ausencia, y la que aparece de vez en cuando es la Camprolac, a 100
bolívares la lata (regulada, a 30).
La pasta, pasa de
30, porque los regulados, por favor, díganme dónde se consiguen
Si vas por pollo, el
kilogramo más barato que he conseguido, luego de mucho patear, es 65.
La carne de primera pasa largo
los 100 bolívares.
El queso, dan ganas
de llorar por lo caro que se puso.
Mantequilla, no hay.
Aceite, no
hay… se consigue el de soya, a más de 50 bolívares el litro (regulado cuesta
6).
Harina, no hay
desde hace años, y cuando llega, “la matazón es grande”.
La cera desapareció, así como
los productos de limpieza.
La papa, bueno,
cuesta el ojo de una cara, a 70 el kilogramo.
El atún, el
“Margarita” de 350 gramos, que rinde bastante, se fue de las manos. Antes se
conseguía a 25, ahorita pasa de 60.
. Dejemos los alimentos de un lado, y
continuemos con la inflación.
Tomen nota, que lo
que viene, es duro…
Se acerca una nueva
devaluación. Sí, otra, de los actuales 6.30 a 11 o 12, dicen los
economistas, y todos los indicios parecen darles la razón.
Extrañamente, a la fecha, el Gobierno no ha habilitado
los 400 dólares Cadivi, pues se espera que cuando lo haga, el dólar esté al
mismo precio del Sicad para viajeros extranjeros (11 bolívares).
El aumento de la
gasolina, no es novedoso, ya el Presidente anunció que la
elevará, falta el precio y fecha.
A todas estas, la promesa del gabinete económico y del
Presidente Maduro, de acabar con el dólar negro, cayó en el vacío, y éste está
más vivo que nunca, rondando los 70.
Las reservas
internacionales, bajaron 28% en 2013, y se espera que sigan en descenso,
pues el déficit del gobierno es de 15% del PIB, lo que quiere decir, que para
cubrirlo, se hará lo siguiente:
Uno,
devaluación en puerta, lo que ayudaría a financiar cerca de la
mitad; Dos, impresión de más bolívares para soltarlos a las calles, y con ello,
que el demonio de la inflación siga su curso irrefrenable hacia los 100, en
busca del récord de Carlos Andrés Pérez.
Por cierto, para este año se espera una inflación entre 60 y 70%, por los números
más conservadores. Economistas agresivos, la sitúan en torno al 90%. Recuerden
que en 2013, la inflación cerró en 56%, la quinta más alta desde 1950, y una de
las 10 más elevadas del mundo.
El gobierno no parece tener la resolución para enfrentar y
abatir la inflación, pues cada vez se contradice; sigue creando más burocracia,
pero nada de apretarse el cinturón para disminuir los costos y el déficit
fiscal.
Acaba de promover
una reorganización de los ministerios, que entre todos, suman 111viceministerios. No son
conchas de ajos, para un pequeño país de 30 millones de habitantes.
¿Qué presupuesto
resiste pagar nómina de empleados públicos, superior a los 3
millones de funcionarios?
Pero en el gobierno, eso no parece importar, y sigue el
relajo de la maquinita que imprime bolívares y los suelta a las calles, sin
respaldo.
Fíjense este dato: en 2008
los billetes de 100 bolívares, representaban el 3% de las piezas; 5 años
después, son el 25%.
¿Quiere decir?, que el
dinero cada día se nos vuelve agua en las manos, y no estamos lejos que el
Presidente anuncie la creación de billetes de 200, 500 y hasta de 1 millón de
los viejos.
Ese futuro, está más cerca que nunca, porque
¡LO QUE VIENE ES FEO!
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