Se veía venir
La deuda de
Tres
compañías internacionales de servicios petroleros han sido solicitadas y se
firmaron los contratos correspondientes (Wheaterford,
suiza y Schlumberger y Halliburton, estadounidenses)
para que saquen adelante la producción, porque en algún momento del futuro se
presentará un repunte de la demanda y Petróleos
de Venezuela no estará en capacidad de hacer su aporte al mercado, y
obtener mayores ingresos por exportaciones petroleras.
La
firma suiza ya se retiró de Venezuela y le vendió a Rusia por 500 millones de
dólares, en efectivo, las
operaciones que tenía en Rusia con 61 taladros de tierra activos y los seis
taladros que tenía en Venezuela y su staff de unas 375 personas. Hace
muchos años que Wheaterford operaba en Anaco, Monagas, Barinas, Cabimas, Ciudad
Ojeda y Maracaibo, pero sigue activa en Argentina y otros países de la región.
Ahora
Rusia se hará cargo de esas obligaciones y de igual manera del control de la
producción. Como Wheaterford no se
ha retirado de las actividades de empresas de servicio, decidió que era más
atractivo vender a Rusia y quitarse el problema de los pagos.
Ya
en este momento, el millón de barriles que quiere China, Venezuela no tiene
capacidad de producirlos, y
en las nuevas reuniones que tenga el presidente Maduro con el presidente chino
Xi Jinping, donde se menciona otro préstamo de 4.000 millones de dólares, con
suministro de petróleo a futuro, habrá que quitarle crudos a otros clientes,
principalmente a los países amigos de PetroCaribe, pero esto podría debilitar
la hegemonía que el gobierno quiere mantener en la región con los vecinos. Podrían
ensayar otro escenario, siempre alrededor del petróleo, porque Venezuela no
tiene otro activo que ofrecer.
SCHLUMBERGER Y HALLIBURTON
Las firmas estadounidenses Schlumberger y Halliburton están cumpliendo con los acuerdos de producción firmados con Pdvsa, y han permanecido calladas sobre los montos de producción de 6 millones de barriles diarios que ha prometido Pdvsa a corto y mediano plazo.
Las firmas estadounidenses Schlumberger y Halliburton están cumpliendo con los acuerdos de producción firmados con Pdvsa, y han permanecido calladas sobre los montos de producción de 6 millones de barriles diarios que ha prometido Pdvsa a corto y mediano plazo.
En
algún momento se ha mencionado la venta total de Citgo, y de paso los contratos
de suministro a las tres refinerías que tiene Pdvsa en EEUU, (más de 300.000 barriles diarios de crudos) podrían
ser un activo negociable. Pero Pdvsa perdería ese flujo de caja mensual en
dólares y puntuales (de alrededor de más de 1.000 millones de dólares
mensuales), sin incluir las exportaciones de los productos.
Hasta
ahora los ingresos han sido por endeudamiento, y la deuda central y de Pdvsa conjunta, hasta el cierre del 2013 es de
158.700 millones de dólares, según Ecoanalítica y para cancelar el
servicio de la deuda este año, se requieren 14.100 millones de dólares. Es una
cifra impresionante hasta para las grandes potencias.
Muchos
expertos ya se han paseado por el problema de la baja producción venezolana y
han expedido sus correspondientes récipes, pero Pdvsa no ha querido tomar la medicina. El gran error original, ha sido
dedicarse únicamente a la Faja del Orinoco, que aunque de esa área se puede
extraer el barril más barato en el mundo, después requiere un proceso para
llevarlo a las refinerías que lo hace más costoso.
Las
reservas probadas desarrolladas las ha olvidado. Además, la concentración en la
producción de la Faja, obliga a extraer livianos (los que menos tenemos) para
mezclarlos con los extrapesados para suministrar crudos comerciales y cumplir
compromisos pendientes.
No
creen los expertos que la crítica situación financiera contribuya a poner en
práctica el "plan petrolero de
Irak", que forzado por las acciones terroristas de los adversarios del
primer ministro Al Maliki, entregó
totalmente la exploración y producción a varias empresas estatales de China,
que operan y mueven la producción hasta las terminales de exportación.
Las
empresas estatales chinas, son mejor vistas en los países huéspedes del Medio Oriente, que las transnacionales
occidentales. Las firmas chinas están de acuerdo en ganar menos porcentajes de
beneficios y pagar los gastos de seguridad para su personal. Es una odisea la
vida diaria de un trabajador chino en Irak.
El
gobierno de Irak se ha desentendido del problema de la seguridad y lo ha dejado
en manos de las compañías, asunto que no comparten las firmas occidentales,
porque les ocasiona cifras impresionantes de gastos y tienen la experiencia de
los años de ocupación de los estadounidenses, que fueron los pioneros en sentar las bases
para levantar Irak, pero no quieren enredarse en los conflictos políticos de
Irak con sunitas, chiítas, Al Qaeda o de yihaditas.
JSS
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