Científicos
inventan un sistema
que hace
al cuerpo adelgazar solo
Engañar al cuerpo haciéndole pensar que ha recibido calorías para que
active sus propios mecanismos y las queme. Ese es el principio activo del
reciente avance para acabar con la obesidad, la píldora de "comida imaginaria" que ha surgido de una investigación
dirigida por Ronald Evans, director
del Laboratorio de Expresión Genética de
Salk, en EE UU. El compuesto, probado ya en ratones, ha logrado detener el
aumento de peso de los animales, reducir su colesterol y su azúcar en sangre. "Envía
las mismas señales que normalmente se producen cuando usted come una gran
cantidad de alimentos, por lo que el cuerpo comienza a despejar el espacio para
almacenarlo. Pero no hay calorías ni tampoco cambios en el apetito",
señala el director de la investigación.
El nuevo compuesto se basa en el comportamiento de
la proteína FXR, que juega un papel
fundamental en la digestión de las grasas y azúcares que el cuerpo almacena.
Las empresas farmacéuticas que investigan soluciones para tratar la obesidad o
diferentes dolencias hepáticas han desarrollado antes medicamentos que activan
la proteína FXR, pero estos
productos afectan a varios órganos y tienen diferentes efectos secundarios. El
nuevo compuesto de Ronald Evans sólo se absorbe en el intestino y no entra en
el torrente sanguíneo, por lo que no causa los efectos secundarios comunes de
las píldoras propias de la dieta. Después de varias pruebas, los investigadores
creen que este camino llevará a un tratamiento para la diabetes y la pérdida de
peso eficaz para los seres humanos.
El grupo de investigación dio a ratones obesos una
píldora diaria de fexaramine durante
cinco semanas, los animales dejaron de aumentar de peso, perdieron grasa y
registraron niveles más bajos de azúcar en sangre y colesterol que los ratones
no tratados. Además, los ratones tenían un aumento de la temperatura corporal,
señal del aumento gradual del metabolismo. Incluso la colección de bacterias en
los intestinos de ratones cambió cuando recibieron el medicamento, aunque lo que
esos cambios significan, aún no está claro. "La respuesta del cuerpo a
una comida es como una carrera de relevos, y si le dices a todos los corredores
que corran al mismo tiempo, usted nunca va a pasar el testigo",
dice Evans. "Hemos aprendido cómo
activar el primer corredor, de modo que el resto de los eventos sucedan en un
orden natural."
Los investigadores trabajan ya para probar en
humanos este nuevo compuesto, un paso que, confían, se producirá en próximas
fechas.
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