El control médico deber ser regular después de la
operación
EL TRASPLANTE RENAL
REQUIERE
TERAPIA
INMUNOSUPRESORA
Con el
objetivo de evitar el rechazo del nuevo órgano, quienes hayan recibido un de
trasplante de riñón, requieren la toma de medicamentos que inhiban la respuesta
inmunitaria por el resto de sus vidas, lo cual recibe el nombre de terapia
inmunosupresora. Para hacer efectivo este procedimiento, es necesario el
control con el médico de forma regular, para contrarrestar algunas posibles
complicaciones a futuro.
De
acuerdo con el doctor Julio Pascual, jefe del servicio de nefrología y
trasplante renal del Hospital del Mar de Barcelona, la administración de estos inmunosupresores
debe ser inmediatamente posterior al efectuarse el trasplante. “Una molécula
como el everolimus, por ejemplo, se usa desde el primer día en que el receptor ya
tenga su órgano reemplazado. Es un tratamiento de por vida, como se trata de un
riñón no propio, siempre existirá el riesgo de que sea rechazado,” indicó.
El
también profesor asociado en la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma
de Barcelona, explicó que si bien el trasplante renal es una operación común,
necesita de un trabajo y un seguimiento interdisciplinario, que incluya tanto
la toma de fármacos, estudios de laboratorio y experiencia en el tratamiento de
rechazo. “El control médico debe ser regular después de la operación. La
evolución del paciente estará ligado a los cuidados que tenga el resto de su
vida,” afirmó Pascual.
Con
respecto al uso de inmunosupresores como el everolimus, en el trasplante renal,
detalló lo siguiente: “Los resultados
que tenemos en el trasplante renal son muy buenos a corto plazo. Después del
primer año, la perdida crónica de la función del riñón del trasplantado es
frecuente, y en este caso, hay que trabajar más. No podemos estar contentos con
las opciones que tenemos. Una pauta que incluya al everolimus desde el primer
día, puede ser más favorable para resultados a largo plazo, y esa es la
esperanza que tenemos,” enfatizó.
Asimismo, el
doctor recalcó la importancia de mantener una pauta nutricional post-operatoria
con una dieta variada y pobre en sal y grasas. Igualmente, al resaltar la
importancia del uso del everolimus en estos pacientes concluyó que “es un
medicamento que previene el rechazo del órgano trasplantado, y cuyos
mecanismos de acción lo hacen muy prometedor para la protección de la función
renal a largo plazo y la reducción de los eventos cardiovasculares. Además, por
su acción antiviral protege de las infecciones virales. No obstante, su
administración debe ser supervisada por un médico nefrólogo.”
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