Por
considerarlo de su interés, reproducimos a continuación el comunicado de
FEDECAMARAS que fue publicado hoy en los medios impresos nacionales.
FEDERACION DE CAMARAS Y ASOCIACIONES DE COMERCIO Y PRODUCCION DE VENEZUELA
(FEDECAMARAS)
COMUNICADO
2015:
año para rectificar
Ha sido un año difícil. La inflación y la escasez
han hecho estragos en la calidad de vida de los venezolanos. Las cifras
macroeconómicas no logran traducir la angustia de los ciudadanos quienes han
visto cómo sus ingresos cada vez compran menos y ni siquiera saben si podrán
encontrar en los anaqueles los bienes básicos.
Es hora que, entre el Gobierno Nacional y la
sociedad venezolana, revirtamos la dirección que los asuntos económicos han
tomado en Venezuela.
A principios de este año que termina nos tocó
alertar que el modelo económico y regulatorio establecido por el Gobierno
Nacional estaba ahogando a la producción nacional, sin la cual, la escasez y la
inflación se agravarían. Nos tocó alertar que el incumplimiento de los
compromisos adquiridos por CADIVI con el empresariado afectaría la cadena de
suministros de materias primas e insumos. Y que, en consecuencia, se
perjudicaría a la producción. Nos tocó alertar que la intervención estatal en
los precios comprometería también a la producción nacional, al no permitir la
recuperación de costos y la reinversión.
También a comienzos de año una misión de alto nivel
de la Organización Internacional del Trabajo, a la cual Venezuela pertenece,
visitó nuestro país. El informe de la misión fue concluyente: los ataques a los
líderes sindicales y empresariales por parte del Gobierno Nacional no sólo han
sido injustificados, sino que además afectan la posibilidad de que en Venezuela
se inicie un verdadero diálogo social necesario para retomar un clima de
confianza.
Para que la recuperación económica sea posible se
requiere un sector privado vigoroso, formado por muchas empresas pequeñas,
medianas y grandes que comprometan su talento y su capital en inversiones de
largo plazo, compitiendo entre sí para satisfacer las necesidades, las preferencias
y los deseos de los venezolanos.
Sólo habrá recuperación económica si se entiende
que el empresario no es el enemigo, sino un factor aliado que, junto a los
trabajadores, produce bienestar. La evidencia histórica es abrumadora: no hay
ningún país que haya podido superar la pobreza y entrar en una senda de
desarrollo sostenible sin la inversión del sector privado.
Y esto debe quedar claro: cuando hablamos de sector
privado, hablamos de empresas que invierten y producen, empresas de verdad, con
bienes y servicios para mostrar, con empresarios que arriesgan su capital. No
hablamos de personajes que medran oficinas con un maletín en busca de prebendas
para desfalcar a la Nación ni esos que sólo existen para capturar una parte de
la renta petrolera, en perjuicio de los venezolanos pero sobre todo de aquellos
que menos tienen.
FEDECAMARAS participó en la Conferencia de Paz
Económica convocada en febrero de este año por Nicolás Maduro Moros, Presidente
de la República Bolivariana de Venezuela. Allí tuvimos la oportunidad de
proponer una agenda de trabajo, enmarcada en los principios económicos de la
Constitución y que tenía como único objetivo crear las condiciones para el
incremento de la producción nacional al superar importantes cuellos de botella.
Allí propusimos trabajar en las áreas centrales para la actividad económica
venezolana: el sistema de precios, las fiscalizaciones y trámites, las
relaciones laborales y el acceso a las divisas para la producción, entre
otras.
La agenda propuesta, lamentablemente, no fue
atendida de forma adecuada y los desequilibrios económicos y los obstáculos a
la producción privada siguen vigentes. Y hoy debemos decir, con preocupación,
que amenazan con agravarse, afectando el bienestar de las familias venezolanas.
En junio de este año presentamos el documento
Compromiso con Venezuela, un diagnóstico de la situación que vivimos junto a
propuestas viables y concretas para una reactivación de la economía.
Son ideas que continuamos discutiendo en toda
Venezuela. Y hemos hecho este esfuerzo porque sabemos que un diagnóstico no es
suficiente: ésta es la hora de las propuestas, con el mejor de los ánimos y con
la humildad necesaria. Es el momento de atender las ideas de los trabajadores,
de los centros de conocimiento y de cualquier venezolano que pueda aportar
soluciones en un gran diálogo constructivo.
Todo indica que el 2015 será un año complicado. Los
precios del petróleo han caído y eso afecta con fuerza a un país que se ha
hecho cada vez más dependiente del precio de los hidrocarburos. Y así lo han
reconocido, incluso, los voceros del Gobierno Nacional. Sin embargo, las
dificultades no deben paralizarnos, sino más bien convocarnos. Es momento de
trabajar juntos para construir entre todos esa Venezuela que aspiramos. Es
momento de las decisiones que reviertan las difíciles circunstancias económicas
que viven los venezolanos.
No se puede resolver un problema sin comprenderlo y
es imposible ganar una guerra que no existe. Los ataques personales e
institucionales sólo nos distraen de los problemas que enfrentamos. La ecuación
es sencilla: mientras más obstáculos a la producción existan, menos producción
habrá. Y lo que queremos los empresarios es producir, porque eso es lo que
sabemos hacer y es lo que requiere Venezuela.
Nos toca de nuevo alertar sobre la situación que se
aproxima en 2015. Alertar sobre el hecho de que aquellos obstáculos a la
producción que identificamos desde principio de este año se están agravando.
Pero más allá de sonar las alarmas, lo que deseamos y necesitamos es que todos,
el Gobierno Nacional, los trabajadores, la sociedad civil y la empresa privada
trabajemos juntos para solucionar los problemas que afectan a los venezolanos.
En FEDECAMARAS creemos que una Venezuela sin
inflación y con anaqueles llenos es posible. Muchos países lo han logrado,
incluso sin contar con los recursos que dispone el nuestro. Creemos que todos
debemos trabajar en el impulso de una Venezuela productiva.
Creemos que Venezuela sí puede superar el modelo
rentista. Creemos que Venezuela puede superar la pobreza y convertirse en un
país de oportunidades y progreso para quien decida trabajar y emprender.
Creemos en Venezuela, porque creemos en los
venezolanos.
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