Marcel Granier:
Venezuela
un día va a explotar
“Hay odio en los dos lados, por lo que
cualquier incidente puede encender la llama”, afirmó el empresario venezolano en una conferencia
en el National Press Club de Washington.
En mayo de 2007,
la cadena privada que preside Granier,
de línea editorial crítica con el chavismo, tuvo que dejar de
emitir en abierto después de que el Gobierno del fallecido presidente Hugo
Chávez no le renovara el permiso con el argumento de que era una compañía
“golpista”.
Después,
intentaron el cable, satélite e internet, encontrando siempre el “bloqueo” del Ejecutivo, por lo que
ahora se dedican a la producción de contenidos a la espera de que haya un
cambio de Gobierno que les permita volver a emitir en abierto.
Tras años esperando
ese cambio, Granier no se atreve a
hacer predicciones, pero considera que la situación en Venezuela es tan crítica
que “un día va a explotar”.
“Nadie
se ocupa de los problemas reales. La seguridad está fuera de control, no hay
medicinas, no hay alimentos”, denuncia el empresario, quien sigue residiendo en
Caracas porque prefiere “vivir asustado” en su ciudad que “avergonzado fuera de
ella”.
En ese contexto,
ve “mucha
división” tanto en la sociedad en
general como en el interior de las Fuerzas Armadas, que
“en
cualquier momento pueden colapsar”, alerta.
Granier considera
que Venezuela “aún
no está en una dictadura cerrada” porque el Gobierno “quiere
mantener la apariencia de una democracia”, eso “le importa”, por eso “la represión
es selectiva”.
Desde hace un mes
y medio en Venezuela se suceden las protestas opositoras contra el Gobierno, en
las que ya han muerto 45 personas y centenares han sido heridos o detenidos.
Además, señala el
empresario, “muy pronto Venezuela va a necesitar mucha
asistencia de alimentos, medicinas y seguridad”.
En ese sentido,
considera que esa ayuda debe ser “multilateral” y
que no puede hacerlo un solo país como, por ejemplo, Estados Unidos.
Granier considera
que los Gobiernos estadounidenses de los últimos 20 años han sido “muy
prudentes” sobre el tema venezolano y que “el empeño que
tenían algunos presidentes por los derechos humanos parece que ha pasado de
moda”.
Cree que el
Gobierno de Donald Trump está siendo
más contundente con el chavismo de lo que lo fue el de su predecesor, Barack
Obama (2009-2017), pero aún así ve “contradicciones”, como el hecho de que el
secretario de Estado, Rex Tillerson, “dijera que la protección de los intereses
económicos es diferente de otras protecciones”.
Aunque reconoce “la tentación” a comparar “líderes populistas”, cree que el caso
venezolano es “distinto” del estadounidense, porque las instituciones
democráticas del país norteamericano “son fuertes”.
Mientras que en
Venezuela, el chavismo “atacó las bases de la democracia”
y, entre ellas, “acabó
con la libertad de prensa”, lamenta.
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