Condición
hereditaria
EVALUACIÓN SANGUÍNEA ES CLAVE
PARA DETECTAR LA HEMOFILIA
La hemofilia es una condición hereditaria,
caracterizada por la aparición de hemorragias internas o externas producidas
por un déficit en las proteínas que participan en el proceso de coagulación.
Estas proteínas se conocen como Factores de
Coagulación (FC), de los cuales han sido identificados un total de XIII (aunque
el factor VI no existe). Su sistema de funcionamiento se produce en cascada, es
decir, uno activa al otro, este al siguiente y así sucesivamente hasta llegar
al número XIII. Si alguien tiene significativamente mermado algún Factor, la
coagulación se retrasa o sencillamente no se produce.
La Hemofilia ocurre cuando el déficit se suscita en los
factores VIII o IX. Hay dos tipos de
hemofilia, quienes tienen déficit de factor VIII presentarán hemofilia del tipo
A y quienes tienen déficit de factor IX presentarán del tipo B. En la mayoría de los casos, la hemofilia se
transmite de padres a hijos, es decir, es una condición hereditaria.
La doctora Mercedes Mijares, hematóloga del Banco
Municipal de Sangre de Caracas señala que, aunque es poco frecuente, también
existe otra Hemofilia que no es genética, sino adquirida, que es producida por
un trastorno inmunológico, donde el organismo de la persona genera anticuerpos
contra un factor de coagulación; en este caso, se estaría en presencia de una
Hemofilia inmunológica, que, a diferencia de la hereditaria, no es causada por
una condición genética, sino por una respuesta del propio cuerpo que inhibe los
factores, señala la especialista.
Ante la
sospecha, una prueba de coagulación
Asimismo, la hematóloga advirtió que, si existe la sospecha que una persona pueda tener la condición, debe hacerse una prueba de
coagulación básica, que es el análisis de sangre Tiempo de Tromboplastina Parcial
(PTT).
“Hoy en día se hace el PTT a
personas que van a ser intervenidas quirúrgicamente, o a las que presentan
manifestaciones de sangrado, y si está prolongado una de los diagnósticos a
descartar es la hemofilia”, destacó la especialista del Banco Municipal de Sangre de Caracas. Análisis
de sangre específicos muestran el tipo de hemofilia y su severidad, y es muy
importante contar con esta información para crear un buen plan de tratamiento
en el caso de los varones, que son quienes por lo general padecen los síntomas.
El porcentaje de disminución en el FC es lo que
determina la severidad de la Hemofilia. Las personas que no tienen la condición
poseen de un 50% a un 140% de Factor. Por debajo de 40%, pero sobre el 5%, se considera
como una Hemofilia leve. De 1% a 5% sería moderada. Menos del 1% de factor de
coagulación sería una Hemofilia grave.
Una cuestión genética
En cada célula hay 46 cromosomas. La mitad los
reciben los seres humanos como herencia de la madre y la otra mitad del padre.
Entre estos existen dos cromosomas sexuales, el X y el Y.
Mientras las mujeres tienen dos cromosomas sexuales
X, los hombres tienen un cromosoma X y uno Y. Como la herencia de la hemofilia
se transmite a través del cromosoma X, si una mujer tiene un cromosoma X con la
alteración que produce la Hemofilia, el otro X, que es sano, hace que la
coagulación funcione bien.
Aunque la mujer, en su mayoría, no es sintomática la
enfermedad, sí la puede transmitir a sus hijos, si les pasa el cromosoma X con
la alteración genética hemofílica, por lo que se dice que ellas son portadoras
de esta condición.
La doctora Mercedes Mijares enfatizó la importancia
de asumir la enfermedad a la hora de la planificación familiar: “Las personas
que tienen esta alteración deben asumir, en primer término, la convivencia con
la Hemofilia. El diagnóstico del tipo de hemofilia y el grado de gravedad son
claves en la calidad de vida de las personas con Hemofilia”.
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