domingo, 13 de enero de 2013

En la opinión de Ramón Muchacho
con relación al análisis de Fausto Masó
MADURO Es muy "funcionario"
 y poco "candidato"
Con relación al interesante análisis que publicó el pasado sábado Fausto Masó, el dirigente político Ramón Muchacho, aspirante a la Alcaldía de Chacao, opina, entre otras cosas, interesantes detalles que tienen mucho que ver con nuestra realidad política, y en tal sentido nos indica que: Hay varios puntos que me parecen relevantes, como el hecho de que el gobierno, a quien suponíamos apurado por hacer elecciones presidenciales y pasarnos aplanadora en plenos funerales de Chávez, ahora parece buscar tiempo para que Maduro madure como candidato.  No hay que ser encuestador para sospechar que Maduro no debe tener los números de conocimiento/agrado necesarios para garantizarle una contundente victoria electoral al oficialismo, por lo cual una elección rápida no está exenta de riesgos para ellos, que probablemente querrán hacer algunas jugadas previas, tipo nombrar a Cilia Flores presidenta del CNE para desestimular al votante opositor. Ciertamente Maduro es el sucesor designado por Chávez pero no es el sucesor natural de Chávez. Es muy "funcionario" y poco "candidato". Como Canciller ha sido corresponsable de la regaladera de nuestros recursos a Cuba y otros países, todo un "San Nicolás" tropical pues. El gobierno parece buscar que la elección no sea inmediata para que les de tiempo de construir al candidato, pero que tampoco sea tan lejos como para que termine desvaneciéndose el efecto electoral que tendría la muerte de Chávez. Pero el tiempo es un arma de doble filo. Puede ayudar a madurar a Maduro, o puede hundirlo y desgastarlo entre luchas internas, problemas cotidianos, crisis económica y desabastecimiento. Maduro es, por ahora, un candidato-en-construcción. También es interesante el anuncio de la MUD de convocar al pueblo a marchar el 23 de enero. Ante la violación a la Constitución verificada del 10E la MUD y sus voceros fijaron posiciones claras, pero evitaron ser reactivos en la calle. Mientras el gobierno trata de magnificar y satanizar cualquier protesta callejera, la MUD se cuida de caer en provocaciones o pisar peines y convoca para el 23 de enero, una fecha que la oposición reivindica. Que paradójico el hecho que para algunos, la oposición estabiliza al país mientras el gobierno hace dibujo libre y lo desestabiliza. El mundo al revés. Esa manifestación del 23 ya no será exclusivamente una reacción al 10E, sino también una movilización nacional para reclamar solución a los problemas que nos agobian frente a un gobierno paralizado que no gobierna. Todo esto si es que de aquí a allá no ocurre "el desenlace final" porque, en ese caso, esa marcha cobrará especial importancia e incluirá exigencias adicionales.

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