Experto en frutoterapia explica por qué no se debe
comer naranja con kiwi o mandarina
"El tutti fruti
es peor
que un pollo con
papas fritas"
La sandía produce arsénico al rato de abierta y la piña junto con la leche puede
matar cucarachas, son algunas de las advertencias de Albert Morales. Que las frutas se oxidan al contacto con el aire es
algo que todos sabemos, pero que la sandía a los 30 minutos de abierta produce
0,5% de arsénico, y que éste sube al 3% si se combina con otras frutas o con
alcohol, es algo que pocas personas conocen.
Las frutas
tienen muchas propiedades y vitaminas, pero un mal uso de ellas puede ocasionar
problemas al organismo, advierte
el bioquímico Albert Morales, que
lleva casi 40 años estudiando las dos caras de la moneda: los beneficios y las
contraindicaciones de estos alimentos.
Uno de sus descubrimientos es que las frutas ácidas no se deben mezclar
entre sí, ni con frutas dulces, porque elevan la acidificación del
organismo. Entre estas está la naranja,
mandarina, limón, pomelo. Lo mejor es comerlas por separado y solamente en
las mañanas. "Pese a que son de la misma familia y tienen ácido cítrico, todas
tienen ácidos diferentes que al mezclarse con la fructuosa y los
jugos digestivos, produce una elevación de la acidificación, alto índice
de fermentos y alcohol dentro de nuestro organismo que conlleva problemas
vesiculares. Es una bomba molotov lo que se produce allá adentro",
ejemplifica.
Morales
asegura que tampoco hay que comer frutas cítricas luego de una comida abundante
en grasas por creer, erróneamente, que el ácido las corta. "Al contrario, hace que el
metabolismo las asimile y el hígado se engrase, lo que puede terminar en
cirrosis".
El
higienista chileno Mauricio Esteban,
quien lleva también varios años estudiando y practicando la correcta asociación
de los alimentos, concuerda: "Las mezclas de los alimentos generan
venenos. Si comes mal y además agregas frutas sin mezclar adecuadamente, te
estás enfermando más que si no comieras fruta". Y agrega: “Lo
ideal es comer la fruta de una sola. El tutti frutti es peor que un pollo con
papas fritas. Y mezclar un kiwi con un plátano es peor que una hamburguesa,
peor, peor. Mejor cómete la hamburguesa". La explicación es que
son bioquímicamente antagónicas, porque el plátano es un almidón con múltiples
nutrientes y el kiwi es un potente antioxidante, con más vitamina C que un
kilo de limones. Incluso postula que jamás
hay que combinar frutas con verduras y
que solamente la manzana va bien con éstas últimas.
Semillas: vitaminas y veneno.
Con las
semillas pasa también algo curioso. Las de damascos, ciruelas, duraznos, frutas
cítricas y las almendras son ricas en ácido cianhídrico, según
investigaciones en Estados Unidos, que Morales
difunde con entusiasmo. Eso sí, habría que comer 3 o 4 kilos para que sean
tóxicas, mientras que tras masticar unas pocas, una enzima digestiva convierte
ese ácido en vitamina B17, buena contra el cáncer.
La
semilla de la sandía contiene una sustancia que ayuda a limpiar el riñón, activa la corteza suprarrenal y permite corregir
problemas inflamatorios. "Activa todo el sistema celular del
riñón, haciendo que tenga funciones, si no similares, al menos del 50% de su
funcionamiento normal", promete el experto en frutas.
El melón y la sandía no se llevan bien con la leche, ni entre
ellas ni con otras frutas, según pruebas de laboratorio. "Por eso hay un adagio
popular que dice que la sandía y el melón en la mañana son oro, al
mediodía son plata y por la noche, matan", pregona Albert Morales. El
melón es mejor comerlo solo y preferiblemente en las mañanas porque se metaboliza bien
cuando hay sol: "Es la fruta del aparato digestivo. Le hemos encontrado sustancias
diuréticas que ayudan a controlar el problema de retención de líquidos, que
sirve a personas obesas".
Para no confundirnos, Albert Morales recomienda comer cítricos como
naranjas, mandarinas, kiwis, piñas, moras o pomelos en las mañanas y solos, sin
combinaciones, y luego de media hora, ingerir una ensalada de frutas dulces o
tomar desayuno. A mediodía, lo mejor son las frutas proteicas
oleaginosas como nueces, almendras, maní, sésamo, pistachos, macadamia,
avellanas, coco, palta."Contienen
entre un 25 y 30% de proteínas y todas tienen entre ocho y diez aminoácidos
esenciales".
Una
de sus recomendaciones más insistentes es el consumo de palta, a cualquier hora: "Es una de las frutas más
espectaculares, porque es rica en clorofila y la única diferencia con la sangre
humana es que la nuestra es rica en hierro en magnesio. Comer palta es como consumir
sangre", asegura.
En la noche y a cualquier hora del día, viene bien una buena ensalada de frutas dulces: papaya,
plátano, pera, manzana, durazno, cereza, fresas, frambuesa, mangos. ¿Qué
cantidades comer? Todo exceso es malo. Según Albert Morales, por ejemplo, mucha
palta produce diarrea, los cítricos causan acidosis y problemas en el tejido
mucoso intestinal, demasiadas almendras o similares provocan estreñimiento y
otros problemas digestivos.
El terapeuta confiesa:
"Me he alimentado durante un mes con puras frutas, comiendo al desayuno,
almuerzo y cena y en cantidades que quedo satisfecho. Pero si una persona se
come cinco kilos de fruta de una vez, eso ya no es bueno". Para Albert
Morales, lamandarina es
por excelencia la "fruta ecológica", porque es "la única
capaz de arrastrar del
organismo metales pesados como
el mercurio, cadmio y plomo. Y además es la más rica en ácido fólico, por eso
también la llamamos "la fruta de la embarazada", previene los
problemas de la espina bífida, iatrogénicos y mutagénicos en el bebé". Maravillado
por estos y otros descubrimientos de laboratorio, el investigador colombiano
residente en España desde hace 10 años, escribió 4 libros sobre el tema.
"Frutoterapia, los frutos
que dan la vida", "Frutoterapia, nutrición y salud",
"Frutoterapia y belleza" y el más reciente: "Frutoterapia, las
frutas, el oro de mil colores", todos de la editorial Edaf. Los tres
últimos se consiguen en librerías en Chile. Amalia Hermosilla es una seguidora
de Albert Morales en Chile desde hace 19 años y experimentó en su propio hijo
los beneficios de la frutoterapia, luego de una infección intestinal grave
cuando tenía menos de un año. Vio en televisión una entrevista al experto que
dijo que lo mejor para las defensas del organismo era la granada. "Le di los
granitos y con eso levanté sus
defensas. Mi hijo estaba listo para internarse y en dos días se salvó.
El pediatra lo encontró "milagroso".
"Los cítricos combinados causan una elevación de la
acidificación en el aparato digestivo. Es
una bomba molotov lo que se
produce allá adentro", dice Albert Morales.
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