COMUNICADO
La FundaciónVenezolana
de Enfermedades Reumáticas (FUNDAVER),
la Asociación
Civil “Yo Reumático”,
el Gremio Médico
a las
Autoridades y al pueblo
DIRIGIDO A
Sr.
PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA
NICOLÁS
MADURO MOROS
Sra.
MINISTRA DEL PODER POPULAR PARA LA SALUD
ANTONIETA
CAPORALE
Sr.
PRESIDENTE DEL INSTITUTO VENEZOLANO DE LOS SEGUROS SOCIALES
CARLOS
ROTONDARO
SR.
DEFENSOR DEL PUEBLO DE LA REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA
TAREK WILLIAM SAAB
NUESTRA SALUD ESTÁ
EN SUS MANOS
Frente a la crítica situación por la cual atraviesan
numerosas familias venezolanas, debido a la ausencia de medicamentos en
el Instituto Venezolano de los Seguros Sociales para el tratamiento de
enfermedades reumatológicas, agravado por la falta de acciones concretas por
parte de las autoridades nacionales, quienes parecen colocarse de espaldas,
no sólo a sus responsabilidades, sino a las más elementales expresiones de
solidaridad para con el prójimo, queremos expresar lo siguiente:
Ciudadano Presidente Nicolás Maduro
Moros,
nos permitimos recordarle el compromiso
que tiene con nosotros, el pueblo, quienes cada día debemos enfrentar la
angustia e incertidumbre de acudir al Instituto Venezolano de los Seguros
Sociales, sin recibir una oportuna respuesta a nuestras necesidades.
En
la actualidad, para que Ud. pueda ver la magnitud del problema, en
Venezuela existen más de 300 mil personas que padecen enfermedades reumáticas y
autoinmunes, quienes, por falta de medicamentos, estamos sufriendo de dolor
agudo, falta de movilidad y deformaciones que implican incapacidad física y
emocional, que impacta negativamente nuestra calidad de vida y representa un
alto costo asociado a las complicaciones, producto del no cumplimiento del
tratamiento. Y a esto se suma la insuficiente oferta de centros de atención
pública a nivel en todo el país, que nos permitan hacer el seguimiento oportuno
de nuestra condición.
Los órganos del Estado
encargados de suministrar estos medicamentos de alto costo -Instituto
Venezolano de los Seguros Sociales a través de su Red Farmacias, y el Ministerio
del Poder Popular para la Salud, por medio de Sefar-, han hecho caso omiso al algoritmo que fue solicitado por dichas
instituciones de salud, a la Sociedad Venezolana de Reumatología, y que desde
el 2014 desarrolló, entregó, y desde entonces, reposa en esos organismos.
SUFRIMOS
DE UN TRATO CRUEL E INHUMANO
La mala
ejecución del protocolo en el suministro de medicamentos establecido por las
autoridades de salud para los pacientes reumáticos, es incorrecto y viene a
agravar nuestra condición reumática.
Para su
conocimiento, desde la consignación de recaudos exigidos, hasta el momento que
el paciente retira la medicación, pueden pasar hasta 3 meses. A esto se le suma,
las interminables y angustiosas horas, debemos permanecer en colas para buscar
los medicamentos. Esta situación refleja un trato cruel e inhumano.
Por si fuera
poco, los organismos públicos han obviado TODAS las guías de uso de
medicamentos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), y están suministrando
a los pacientes, los medicamentos en base a su propio criterio, sin
entender que el tratamiento de cada paciente debe suministrarse según la
frecuencia y dosis que indiquen los informes de los médicos tratantes, que son
continuos y permanentes para garantizar la remisión de la condición y evitar
que la enfermedad permanezca activa.
Así mismo, la
ausencia de estos medicamentos en todo el país, tanto en las redes públicas
como en las farmacias
privadas, agrava la situación del paciente.
Adicionalmente, es importante
enfatizar el hecho de que la escasez se da en todos los medicamentos de
comprobada eficacia para tratar estas condiciones, como metrotexate, prednisona, solumedrol,
deflazacort, plaquinol, azulfidine, leflunomide, sulfalacina, adalimumab,
azatriopina, rituximab y tocilizumab.
Ante esta
ausencia de los fármacos, encontramos que las alternativas que ofrecen las
autoridades de salud no son adecuadas. Cada vez más los pacientes en crisis por
actividad de su enfermedad, que los ponen en riesgo de sufrir daño de órganos
en forma irreversible, están teniendo que recurrir a fármacos esteroideos distribuidos con fines veterinarios,
para poder solventar el dolor y la inmovilidad y evitar el daño permanente que genera esta condición.
Ante
la ausencia de medicamentos, los mismos pacientes, por cuenta propia, se
han visto obligados a alterar el esquema de dosis indicadas por sus médicos,
disminuyendo dosis o aumentado los intervalos entre las tomas para evitar que
se les acabe, lo que resulta grave, ya que repercute en que la actividad de la enfermedad permanezca o
aumente a lo largo del tiempo, trayendo consecuencias devastadoras para el
organismo.
ESTAMOS DESASISTIDOS,
SR. PRESIDENTE
No existen
mecanismos de comunicación eficiente entre los centros de distribución de los
medicamentos del estado y los pacientes. Estos deben acudir semanalmente a
verificar la disponibilidad de los fármacos. Además, si por causas de su propia
condición no pueden movilizarse justo el día en que está disponible, los plazos
de espera son aún mayores.
La falta de seguimiento del
tratamiento trae a corto y mediano plazo, serias complicaciones que pueden ir
desde la hospitalización de emergencia, incapacidad laboral y daños
irreversibles en el organismo, hasta la muerte.
Está comprobado
que el
riesgo de morir es hasta 2.8 veces mayor que
en la población general en pacientes con condiciones inflamatorias constantes,
como es el caso de los pacientes reumáticos, actualmente desasistidos.
Adicionalmente, los
pacientes han reportado trato discriminatorio, ya que, al solicitar la entrega
puntual de sus medicamentos, amparados por lo demás por el derecho a la salud
expresado en la Constitución Nacional, los encargados les indican que su
situación no es grave, pues “sólo sufren de dolor”.
Las
consecuencias de vivir permanentemente con inflamación y dolor por falta de
medicamento no son solo físicas sino psicológicas, afectando nuestra calidad de
vida y la de nuestros familiares.
Muchos
desarrollan trastornos emocionales, como depresión, los cuales a su vez los
lleva a ser recetados con ansiolíticos o antidepresivos, que tampoco están
disponibles en el mercado, agravando su condición y las consecuencias que ello
puede traer -entiéndalo- tanto en los
costos de la salud pública del Estado, como a la sociedad venezolana.
En
virtud de esta realidad, Sr. Presidente
Nicolás Maduro Moros, le recordamos
que nuestra salud y la de todos los venezolanos, está en sus manos.
Exigimos
que se dé cumplimiento a lo expresado en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, la cual, en
su artículo 83, expresa que “La salud es un derecho social fundamental,
obligación del Estado, que lo garantizará como parte del derecho a la vida. (…)Todas
las personas tienen derecho a la protección de la salud, así como el derecho de
participar activamente en su promoción y defensa”.
Exigimos
nuestros derechos; exigimos respuestas.
Necesitamos que se nos garantice el
acceso óptimo y oportuno a las medicinas. La falta de celeridad por parte del
Ministerio del Poder Popular para la Salud, del Instituto Venezolano de los
Seguros Sociales y de las autoridades en general, constituye una amenaza para nuestro
bienestar y para nuestra vida.
Nuestra salud está en sus manos
Fundación Venezolana de Enfermedades
Reumáticas (FUNDAVER)
Asociación Civil “Yo Reumático”,
Gremio Médico
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