sábado, 10 de marzo de 2012

Ética del periodista
y  luchas rei vindicativas
Por Marcos Torres Velazco *
Los periodistas profesionales venezolanos  afiliados al Colegio Nacional de Periodistas tenemos el reto de cumplir nuestra función social de informar con objetividad y equilibrio, contribuyendo con el desarrollo nacional integral y al proceso de formación de la opinión pública, pero simultáneamente hay que mejorar las condiciones socioeconómicas de los agremiados. En consecuencia, en el desempeño de nuestra actividad periodística, debemos difundir  los hechos noticiosos  en forma imparcial y veraz. Para cumplir con este objetivo los diversos medios de comunicación  del Estado y privados deben facilitar que se presenten las diferentes versiones, los distintos ángulos relacionados con un acontecimiento o hecho noticioso.  Debemos respetar el Código de Ética del Periodista Venezolano (CEPV) porque  los lectores como ciudadanos y como usuarios de los medios de comunicación, merecen respeto. Cada vez que se publica o difunde una noticia o información en forma incompleta, distorsionada o adulterada, estamos faltando el respeto a nuestros lectores, oyentes y televidentes.  En consecuencia,  las  noticias  deben ser corroboradas, no  deben publicar rumores infundados, chismes, dimes y diretes. Hay que ajustarse a la realidad con total veracidad. Nadie ha dado patente de corso  para cambiar la realidad de los hechos. Bajo ninguna justificación, debemos distorsionar, modificar o cambiar los acontecimientos. Esta situación se ha agravado con el uso irresponsable de las redes sociales y de las nuevas tecnologías. Claro está, hay que defender la libertad de expresión, la libertad de pensamiento y en general la libertad de prensa  el marco de lo establecido en el artículo 58 de  la Constitución de la República. Es uno de los derechos fundamentales, no solo de los periodistas sino de todos los ciudadanos en general.  El Código de Ética es el más importante instrumento normativo que nos rige. Contiene 50 principios éticos que debemos conocer y cumplir a cabalidad. Se aprobó en la VII Convención Nacional del Colegio Nacional de Periodistas (CNP),  celebrada en Mérida en 1988. También  los estudiantes de Comunicación Social y los periodistas alternativos o comunales, los propietarios o gestores de los MCS deben leerlo y practicarlo. Pero además, quiero llamar la atención sobre la necesidad de que los periodistas luchemos con ahínco por mejorar nuestras condiciones socioeconómicas. Nos parece que hemos descuidado  este último aspecto.  A diferencia de otros gremios, carecemos de buenos sueldos y beneficios socioeconómicos, (estamos sub pagados); requerimos políticas de viviendas  justas con créditos a bajo intereses; condiciones estas que han desmejorado últimamente especialmente por la saturación de egresados universitarios en el mercado laboral, con lo cual ha aumentado el porcentaje de periodistas desempleados que se sienten obligados a emigrar hacia otras actividades diferentes. Hay muchos periodistas, especialmente con experiencia, que están desempleados y en condiciones económicas deplorables. El CNP en su conjunto, a nivel nacional, además de luchar por las banderas principistas debemos  continuar trazando estrategias para que mejore la calidad de vida de sus agremiados. Esto es un clamor de la mayoría de los periodistas a través de distintos medios. Entonces, no nos queda más que recordarlo e invitar a luchar como un gremio  solidario, de verdad verdad; para contribuir con el desarrollo nacional, pero además para contribuir con el bienestar de nuestras familias, la buena imagen de nuestra profesión y de todos los agremiados. En Venezuela los periodistas, siempre hemos sido críticos y en muchas jornadas de nuestra historia hemos tenido un rol protagónico, por la libertad, la democracia y el pluralismo.  Pero además, requerimos periodistas bien pagados, al nivel de otros profesionales universitarios. Trabajemos como un solo gremio, por la defensa de la libertad de prensa, por la libertad de pensamiento, respetando los derechos de todos, pero además por nuestras necesidades intrínsecas como seres humanos. Estoy seguro que tenemos la capacidad y el guáramo para avanzar en esa dirección.
*(Presidente del Tribunal Disciplinario del CNP-Caracas)




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