La muestra clausura el domingo 30 en el MAO
Concluye la vegetación tropical del
"Trópico camuflado"
de
Renata Fernández
Contemplar las plantas de considerables proporciones
-dibujadas, pintadas o esculpidas- que abarcan con su grandeza espacios
internos y externos del Museo Alejandro
Otero -y que recuerdan a los visitantes la agridulce voracidad con la que
la vegetación tropical envuelve a los habitantes de sus paisajes- podrá
ser posible hasta el domingo 30 de marzo,
en la sala 6, cuando clausure la
exposición Trópico camuflado, de la artista venezolana, residenciada en
Londres, Renata Fernández.
Con la curaduría de Manuel Sanmartín, esta primera muestra
individual de la creadora es un compendio de su quehacer plástico durante 10
años. Tiempo en el que también ha exhibido su trabajo en Bélgica, España, Reino
Unido, entre otros países de Europa. La exposición se presentó justo en un
momento de madurez artística en su indetenible trayectoria. Al respecto,
Fernández explicó que “esta
exhibición es muy importante en mi carrera porque mi obra ha alcanzado un
estadio muy sólido considerando la compleja cronología de procesos que la han
desencadenado”.
Trópico
camuflado alberga alrededor de 30 piezas de pequeño y gran formato que incluyen
pintura, escultura y dibujo. Además de una impresionante y vistosa intervención,
desplegada en los nichos de la fachada lateral este del MAO, con cuatro
murales de notable altura (10,1 x 7,6 Mts).
Renata Fernández comenta sobre su
planteamiento en la sala: “La obra de esta exhibición se origina (…)
con una imagen de un soldado británico, en los primeros días de la invasión a
Iraq, que vi al revés. Dibujé esa imagen invertida que parecía una cruz por
casi un año, y luego comencé a tropezarme con otras imágenes de otros
conflictos bélicos que incorporé también a mi obra en desarrollo.
Posteriormente, empecé detenerme en el camuflaje, el paisaje con el que los
soldados se visten, que es efectivamente, una noción muy pictórica en sí misma.
Eso a su vez derivó en un renovado interés por el paisaje, interés poco
frecuente en mi obra hasta ese momento, y coincidió con viajes a Venezuela en
los que empecé a detenerme en la diversidad de la vegetación que en el país
tenemos, comparado con paisajes completamente intervenidos por el hombre (…)
Empecé entonces a dibujar plantas monstruosas y a mezclar mi interés por el
camuflaje con cierta insistente atracción hacia estas matas que tenemos en el
trópico y que usamos para adornar, para crear volúmenes, aunque ellas en el
fondo están constantemente amenazándonos con apoderarse de todo, con
extenderse, con desplazarnos”.
Trópico camuflado, otra iniciativa del Gobierno
Bolivariano, llevada a cabo a través del Ministerio del Poder Popular para la Cultura , espera por su visita hasta el 30 de marzo.
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