La vida útil del motor depende de su protección
Mitos y realidades
sobre lubricantes sintéticos
Los lubricantes sintéticos están disponibles en el mercado mundial desde
hace más de seis décadas. Sin embargo, aún hoy existe gran confusión acerca de
sus características, su uso y los beneficios que aporta al vehículo. De hecho,
gran parte de los usuarios desconoce completamente que ésta puede ser la mejor
opción para su automóvil.
En primer lugar, una de las razones por las que se evita adquirir un
aceite sintético, es porque es más costoso en comparación con los de tipo
mineral. Esto es porque éstos proporciona entre cinco a diez veces mayor
durabilidad, lo que representa menos reemplazos y una mejor inversión.
También es importante destacar, que los lubricantes sintéticos poseen
mayor resistencia y estabilidad térmica que los minerales, garantizando el máximo desempeño
del vehículo en zonas sometidas a alta temperatura. Igualmente, su
funcionamiento es óptimo en ambientes fríos, pues sus propiedades aseguran su
fluidez, a diferencia de los aceites convencionales, que forman una estructura
rígida dentro del motor bajo estas condiciones. Lo que indica que es un
producto de alto desempeño, aún en las situaciones más extremas.
Los aceites sintéticos también pueden aumentar el ahorro de combustible. Cuando un vehículo emprende movimiento, los aceites minerales son más
espesos y fluyen lentamente, haciendo que el motor necesite más combustible y
tiempo. Sin embargo, los sintéticos empiezan a trabajar más rápidamente y el
motor alcanza su eficiencia operativa de inmediato y sin requerir tanta
gasolina, reduciendo el consumo energético.
Se suele pensar que tanto los lubricantes minerales como los sintéticos
producen el mismo impacto en el ambiente. No
obstante, está comprobado que los lubricantes sintéticos son más limpios, a
diferencia de los lubricantes minerales, que contienen mayores cantidades de
impurezas tales como sulfuro y otros contaminantes indeseables.
Existe una creencia entre
conductores y mecánicos al asumir que el lubricante no está funcionando
correctamente cuando se realiza el cambio de aceite y éste sale negro, lo cual es completamente erróneo: el trabajo del lubricante es retirar
los productos de la combustión y la oxidación que se produce dentro del motor
para optimizar su funcionamiento, por lo que si sale de color oscuro es porque
cumplió con su objetivo.
De igual forma, algunos conductores que hacen poco uso de su
vehículo piensan que al utilizar un lubricante sintético de alta calidad no es
necesario reemplazarlo con frecuencia. Esto es falso, pues los
automóviles que no se movilizan regularmente, no alcanzan la temperatura
adecuada para que el lubricante se mantengan fluido y termina formando
depósitos dentro del motor. Tanto el kilometraje del vehículo como el tiempo
transcurrido desde el último cambio de aceite son factores clave de igual
importancia a considerar.
Shell Helix, marca líder en lubricantes, comprometida con brindar soluciones para el
mejor desempeño de todo tipo de vehículos, recomienda tomar en cuenta todas
estas sugerencias. Sin embargo, consultar a un mecánico especialista sobre los
requerimientos especiales para mantener el motor en óptimo estado es la mejor
decisión.
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