Congreso Panamericano de
Geriatría
LA
VACUNACIÓN EN LOS MAYORES DE 50 AÑOS:
¡UN
DESAFÍO AÚN PENDIENTE EN AMÉRICA LATINA!
Los obstáculos y los desafíos que la vacunación en
adultos mayores de 50 años presenta hoy en América Latina será uno de los ejes
del debate de un encuentro científico de alto nivel organizado por MSD, en el marco del Congreso Panamericano de Geriatría que
tiene lugar en la ciudad de Cartagena. En la actualidad la protección a través
de la vacunación es crítica para prevenir en adultos enfermedades como la rubeola, el sarampión, la hepatitis B, la
gripe, el virus de papiloma humano (VPH), el tétanos, el herpes zóster y la
enfermedad neumocócica.
Sin embargo, las vacunas constituyen un importante
pero poco utilizado recurso para disminuir la carga de las enfermedades
prevenibles en adultos. Un estudio reciente publicado en la revista Annals
of Internal Medicine señala que las oportunidades desaprovechadas para
la vacunación en adultos son comunes, en parte porque el estado de vacunación
no es evaluado en cada consulta, además de que la mayoría de los médicos no
informan a sus pacientes sobre las vacunas recomendadas. En el encuentro científico que
se realiza en Cartagena se hará hincapié en la importancia de optimizar la
vacunación contra la enfermedad neumocócica y el herpes zóster.
La enfermedad
neumocócica tiene un gran impacto sobre la salud de la población: produce cerca de 1.6 millones de muertes
anuales en todo el mundo, en los países en desarrollo, la mayor parte de la
carga de la enfermedad se encuentra en los adultos mayores y en los niños
menores de 2 años. Una revisión reciente realizada por parte del Instituto Sabin, muestra
que desde la introducción de la vacuna se observa una disminución de la
enfermedad en niños y cómo la carga de la enfermedad puede estar ahora en la
población de adultos mayores.
El herpes
zóster, una dolorosa erupción cutánea que típicamente afecta una mitad del cuerpo o de la cara y que es
conocido popularmente en algunos países de Latinoamérica como “culebrilla”, afecta a casi 1 de cada 3 personas en algún momento de su vida,
pero son los adultos mayores los que presentan un mayor riesgo: la mitad de los
casos ocurren en hombres y mujeres mayores de 60 años de edad, entre los que
incluso las complicaciones del herpes zóster son mucho más frecuentes.
Algunos de los temas que se debatirán, dentro del
programa científico del simposio son: cómo funcionan las vacunas y por qué son
importantes, la vacunación en las personas mayores de 50 años, y los desafíos y
oportunidades en el acceso en América Latina.
Enfermedad neumocócica, avanza entre los mayores
La enfermedad neumocócica (EN) es causada por Streptococcus pneumoniae, una bacteria
que se encuentra en el tracto respiratorio superior de niños y adultos sanos, y
que causa afecciones graves como la neumonía,
la bacteremia y la meningitis. Aunque cualquier persona puede contraerla,
quienes más riesgo tienen son las personas mayores de 65 años. En
USA, el 85% de los casos de EN se producen en adultos, en América Latina una
revisión epidemiológica de la situación de la enfermedad muestra que la carga
de la enfermedad se ha desplazado hacia las personas mayores.
El tratamiento de la enfermedad neumocócica con
antibióticos como la penicilina era más efectivo, sin embargo, la creciente
resistencia de Streptococcus pneumoniae a los antibióticos convencionales
destaca la importancia de la vacunación para prevenir la enfermedad
neumocócica. Datos de Estados Unidos indican que en los adultos mayores, las tasas de mortalidad de la meningitis
neumocócicas son incluso más altas (80%).
La vacunación puede prevenir la meningitis y la bacteremia
neumocócicas y ha demostrado reducir la severidad de las neumonías
neumocócicas en las personas vacunadas. Los
Centros de Control y Prevención de las Enfermedades de los Estados Unidos
(CDC, por sus siglas en inglés) recomiendan
que las personas mayores de 65 años reciban la vacuna antineumocócica
polisacárida 23-valente.
También es recomendada para personas de 2 a 64 años
con problemas de salud que requieren tratamientos prolongados y que sus
organismos no son resistentes a infecciones.
La edad, un factor de riesgo de “culebrilla”
El herpes
zóster es una dolorosa erupción cutánea que típicamente afecta a una mitad
del cuerpo o de la cara, y que es causada
por el virus Varicella zoster, el mismo que ocasiona la varicela. Cualquier
persona que haya sufrido varicela puede desarrollar herpes zóster, incluso los
niños, pero el riesgo de desarrollarla se incrementa con la edad. Tal es así
que la mitad de los casos ocurren en hombres y mujeres mayores de 60 años de
edad.
El herpes
zoster puede dar lugar a severas complicaciones como la neuralgia postherpética (un dolor
intenso y debilitante en las zonas afectadas por el sarpullido), que es mucho más frecuente en las personas mayores de 60
años, en donde se concentran más de la mitad de los casos.
La vacunación está recomendada por el Comité Asesor sobre Prácticas de Inmunización
para reducir el riesgo de contraer herpes zóster y el dolor que puede
sobrevenir después de la enfermedad. El
Estudio de Prevención de Herpes Zoster (Shingles Prevention Study)
realizado en más de 38.000 personas mayores de 60 años demostró que el uso de la vacuna
redujo en un 51.3%, el riesgo de desarrollar la enfermedad, así como también
reduce en un 66,5% el riesgo de desarrollar neuralgia postherpética.
El uso de la vacuna contra el herpes zóster está recomendado en las personas mayores de 60 años, según el Comité Asesor sobre Prácticas de Inmunización incluso en aquellas
que han sufrido ya un episodio de herpes
zóster.
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