Liberación Nacional y No-Reelección (91)
Un fracaso llamado
Venezuela (II)
Jesús Antonio
Petit da Costa
Dos siglos de
fracasos militares con pérdida de territorio han culminado con la cesión de la
soberanía a Cuba hecha por un militar, lo que obliga a los militares a tomar la
iniciativa de liberar al país, primer paso para refundar la República y
encaminarla al éxito y la grandeza.
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He dicho, y lo repito, que Venezuela es un fracaso total. Ya ni siquiera
es independiente. Está sometida a Cuba, una isla hundida en la miseria por la
monarquía comunista que la gobierna desde hace cincuenta años. Venezuela es el
único país de América dependiente y sirviente de otro, y para mayor vergüenza
de uno más pequeño y más pobre, y todo sin disparar un tiro, sin presentar pelea.
Si los militares venezolanos fueran como los japoneses este solo hecho los
induciría al suicidio colectivo. A practicarse el “harakiri”, avergonzados por
la deshonra, causante de la mayor humillación que los naturales de un país
hayan sufrido. Los japoneses no conciben la deshonra de entregarse sin pelear.
Ni se la imaginan. Para ellos la derrota en una guerra, lo que significa haber
tenido el valor de pelear, es ya una deshonra inaceptable para un
militar, la cual lo obliga a inmolarse. Pero ya que no son japoneses, la
espada al vientre debería ser dirigida pensando, no en el Emperador, sino en el
honor nacional legado por los libertadores, cuya memoria ha sido mancillada
precisamente en el bicentenario de su gesta. Mayor razón habría para esta
decisión por haber sido un militar el que cedió la soberanía de Venezuela a
Cuba, en un acto de traición a la patria sin antecedente ni comparación en la
historia universal. No sólo fue una traición imperdonable, sino la mayor
estupidez que un estratega militar haya podido incurrir. En lugar de comprar
políticamente a Cuba, sometiéndola al dominio de Venezuela, a cambio de
mantenerla, aplicando criterios de geopolítica en base a los recursos
petroleros, hizo exactamente lo contrario a la más elemental estrategia
político-militar: entregó a Venezuela espontáneamente a los cubanos poniéndola
rendida a sus pies como una odalisca ante el sultán enamorado, para decirlo
irónicamente con el verso del poeta Pérez Bonalde en su “Vuelta a la patria”.
Evidentemente tan grande como la traición fue la estupidez. Así en lugar de
estar en estos momentos negociando a Cuba ante las grandes potencias en función
de los intereses de Venezuela, pasa lo contrario: Cuba negocia a Venezuela como
propiedad suya en función de su interés nacional.
Habiendo sido un militar el que cedió la soberanía de Venezuela a Cuba
nada ganarían los militares venezolanos, para reivindicarse ante el pueblo y
ante la historia, aplicándose la solución japonesa. Ni el “harakiri” colectivo
lavaría la deshonra porque el agravio al honor nacional sólo se puede reparar
con una acción que lo restablezca. El único modo de los militares reparar el
honor nacional sería liberando a Venezuela del dominio de Cuba restableciendo
así la soberanía. Es fácil el acto de reparación: nada más tienen que romper
con Cuba, expulsar del territorio nacional a todos los agentes cubanos y cortar
el subsidio que se le viene dando a la monarquía comunista que impera en la
isla. Sería la acción militar más sencilla de nuestra historia, porque contaría
con el apoyo casi unánime de los civiles, pero al mismo tiempo sería la única
transcendental en dos siglos de fracasos, ya que implica recuperar la soberanía
perdida en mala hora y restablecer el honor nacional. No hacerlo sería trágico,
no tanto para el país como para los propios militares. El sometimiento a Cuba
no puede durar mucho tiempo más. No es eterno, porque nada humano es eterno.
Entonces serán civiles los que liberen al país del dominio cubano. Si así
fuere, qué justificaría en adelante la existencia de la FAN? Cómo quedarían los
militares ante el pueblo y ante la historia? Está claro que contando con los
militares la liberación nacional sería más fácil. Sin los militares sería
difícil, pero no imposible. Gandhi demostró que sin armas se podía derrotar a
un ejército imperial probado en muchas guerras. Con mayor razón a uno que no ha
librado ninguna.
Al liberarnos de Cuba los militares pondrían fin a dos siglos de
fracasos, dando el primer paso para refundar la República y encaminarla al
éxito y la grandeza. Y sería su reivindicacin ﷽﷽﷽﷽﷽﷽﷽﷽ reivindicacióndar la
Rep--------iciativa de liberar al paurar mucho tiempo mndependencia no ha
habido una sola gesta ón.
@petitdacosta
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