Primera colección con obras locales
que se muestra en sus espacios
Respalda al
arte neoespartano
Dentro de su filosofía de valor compartido, el Hotel Wyndham Concorde Resort Isla
Margarita se ha propuesto impulsar el arte local, como un elemento que
comunica la cultura de la sociedad neoespartana. Con ese objetivo dio inicio a
una colección de arte conformada por piezas de artistas plásticos del estado
Nueva Esparta y que está exhibida de manera permanente en sus espacios.
“Sumamos nuestra contribución como desarrollo turístico a la
parte más sublime aportada por la sociedad, que es la expresión del arte. Para
nosotros, tener arte local ha sido una suerte de unión valiosa con la
proyección de la neo-espartanidad, expresada en nuestros espacios”, destacó Carlos Pérez Schael, socio director del Hotel Wyndham Concorde Resort Isla Margarita.
Esculturas, pinturas y fotografías conforman la primera colección,
permanentemente expuesta, del Hotel Wyndham Concorde Resort Isla Margarita, que
reúne a artistas del estado Nueva Esparta. Con esta iniciativa, el hotel valora
y promueve el talento en la isla, en donde nueve virtuosos intervinieron los
espacios del emblemático hotel.
Los
artistas Humberto
Cazorla, Jenny Al Nadaff, Maribel Briceño, Frank Mata, Carlos Susana, Carlos
Calderón, Mercedes Ramírez y José Voglar se han inspirado en la isla para el desarrollo de este proyecto.
Algunos de los autores son oriundos de la entidad, mientras que otros migraron
de tierra firme convirtiendo a Margarita en su hogar y lugar de trabajo. Caso aparte es el de Elena Gil,
autora de las serigrafías presentes en las habitaciones, quien es una asidua
visitante de la isla desde hace más de 40 años.
La
selección de los artistas y obras de arte inició a partir de una propuesta en
conjunto con los arquitectos proyectistas de la renovación del hotel, Juan Carlos Láncara y Vicente Antonorsi -quien
además es escultor-, ambos integrantes de Añil Arquitectura.
“Queríamos
tener obras de artistas de la Isla de Margarita. Al principio teníamos la incógnita
de cuántos artistas habría en la región y qué tipo de manifestación artística
tendrían. Nos sorprendimos muy positivamente cuando se hicieron contactos
locales y se lograron 60 propuestas de artistas de la región”, afirma Pérez Schael.
El socio director del Wyndham Concorde Resort Isla Margarita agregó que la colección de la institución se ampliará
durante el presente año. Asegura que el hotel seguirá trabajando en
apoyo al desarrollo del arte en la isla, a través programas especiales y diversas
actividades.
Sobre
las obras
“Dulce
emanación de la vida” de Humberto Cazorla es una alegoría a los
apiarios con elementos que aluden a abejas subiendo por ellos. El corpóreo exterior representa los panales
donde se aloja la miel. La obra se ubica en el espejo de agua que sirve de
horizonte a una amplia área del lobby del hotel.
“Migración”
de Jenny
Al Nadaff es una escultura móvil que atavía el espacio central de la
escalera que da hacia los salones. La autora señaló que su
obra está de alguna manera conectada a lo que ha sido su trayectoria como
creadora y a su historia familiar, “porque
todos migramos”, dijo.
“Nos vamos mudando a dónde crees que puedes crecer y no siempre sabemos dónde
nos vamos a quedar. Tienes que salir,
tienes que migrar, para que puedan verte a ti y a tu talento. Los peces migran; buscan mejores aguas”,
añadió.
“Cacao” de Maribel Briceño consiste en un grupo
de imágenes fotográficas en primer plano de la flor del cacao, realizada sobre
las plantaciones de ese fruto en Chuao, estado Miranda. La obra se encuentra
ubicada en una de las áreas del Restaurant Marea. La artista confiesa que al
llegar a Chuao, en una convocatoria de artistas margariteños, descubrió que era
una persona de pequeños detalles.
“Manglares” de Frank Mata
es producto de años de un ejercicio casi diario de visualización del
manglar, en un intento por trasladarlo a
la tela de una manera conceptual, donde cada ramita, cada hoja, cada raíz se
transforma en un macro mundo, con su diversidad de texturas y tonalidades. La obra viste, hoy, una de las paredes del
lobby del hotel.
“Cardumen
del Concorde” de Carlos
Susana es un mural de 24 metros de
largo, de profundos azules que sirven de escenario a un cardumen de peces.
El mural, dividido en cinco piezas, se vislumbra a dos pisos de altura en la
zona del lobby que da paso a las terrazas. “Ellos querían experimentar si se
podía hacer algo allí y yo de inmediato lo vi como un reto. Les tomé la palabra, envíe mis propuestas y
les gustó”, destacó Susana.
“Festín
en el morro” de Carlos
Calderón se inspira en el mundo marino. Para él, los pelícanos están en
todos lados y son personajes, como mascotas de los pescadores que hacen vida
con ellos. Se pueden encontrar en los muelles y hasta dentro de una pescadería;
pero sobre todo, forman parte de los recuerdos de la infancia del artista. La
obra es antesala al bar y al restaurante del hotel, que se expresa de lo
figurativo a lo abstracto “como siete o nueve pelícanos que están conversando”,
confiesa el artista.
“La
Virgen de la Abundancia” de Mercedes
Ramírez representa a la Virgen del Valle. El traje está sugerido en un
material que semeja la nasa del pescador. Para la artista, lo más
hermoso de su virgen es su transparencia de agua, que deja imaginar el mar con
sus algas, sus conchas y sus riquezas. Todas las representaciones de la Virgen
del Valle tienen tres elementos característicos: su corona, su medallón y su
rosario. En la obra concebida por
Ramírez, la corona es de latón dorado bordada de perlas; el medallón, donde
está ella representada en miniatura, está elaborado de fino alambre dorado; y
su rosario de perlas, está terminado en un pez en vez de una cruz. La pieza
tiene como soporte el color arena del mármol propio
de la pared del lobby del hotel, y el retablo de
madera azul le sirve de fondo de mar.
“El
Tirano” de José Voglar es una
panorámica de pequeñas embarcaciones margariteñas que se encuentran fuera del
agua, posadas sobre la orilla, que hoy sirve de horizonte a los comensales del
restaurante Marea. “Esa es la isla vista desde el mar, donde todo ya está preparado para
la faena del día”, dijo el artista.
“Serie:
Botes Varados” de Elena
Gil hoy decoran las habitaciones del hotel. Según la artista, quería
que esta serie reflejara el espíritu de la isla. “Con ese concepto en mente,
decidí hacer una propuesta con el mar y los botes, un binomio inseparable.
Cuando están flotando en el mar sólo puedes apreciar una parte de ellos; en
cambio, los botes varados son imponentes. Es allí, sobre la arena, donde puedes
ver su magnitud real, su verdadero volumen, donde puedes realmente apreciar su
hechura y su escala en relación con el hombre que lo construyó”, dijo
Gil.
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