lunes, 18 de febrero de 2013

Según el entrenador Carlos Garcia
¿AUYENTAR LOS ACV?
MUY SENCILLO...¡EJERCICIO!
Las personas de le tercera edad son ejemplos de constancia y fortaleza que han brindado durante su vida, para ellos no hay nada que no se pueda lograr , son personas que por su edad comienzan a padecer de diversas enfermedades, pero con una buena preparación algunas veces se pueden prevenir, y en el caso que ya padezca de alguna se pueden tratar con una buena rehabilitación.Juan Carlos García entrenador físico especialista en personas de la tercera edad y problemas metabólicos fomenta lo importante q es para estas personas llevar cuidadosamente un sistema de ejercicio para la rehabilitación de la mejor manera de aquellos pacientes que padecen o padecieron de esta enfermedad. Una de la enfermedades que afectan a las personas mayores es el ACV (Accidente Cerebrovacular) es la pérdida brusca de funciones cerebrales causada por una alteración vascular, ya sea por interrupción del flujo sanguíneo o por hemorragia (incluyendo la hemorragia intraparenquimatosa y la hemorragia subaracnoidea).
Los sobrevivientes de un ACV deben enfrentarse a una variedad de
problemas mentales y físicos, según la gravedad del daño cerebral, la mayoría de ellos pueden mejorar su calidad de vida mediante un proceso de rehabilitación consecuentemente planificado. De hecho, todo individuo con una afección aspira a su rehabilitación, lo que en muchos se logra con tratamiento médico y en otros requiere de procedimientos técnicos especializados de otras ramas de la ciencia
afines a la medicina, como es el caso de la Cultura Física Terapéutica.
“La rehabilitación de secuelas motrices de accidente cerebrovascular mediante el ejercicio físico, debe comenzar a partir de las 24-48 horas del ictus, justo en el momento de la instauración de las complicaciones motoras. En la fase aguda de la enfermedad se debe comenzar con el tratamiento postural (alineación de la cabeza y cuello, hombro con soporte, supinación del brazo, semiflexión discreta de rodillas y tobillo a 90º) cambios posturales, masajes circulatorios, movilizaciones pasivas y facilitación para el movimiento activo. En la fase subaguda se trabaja en el control de la espasticidad, el desarrollo del equilibrio y la reeducación neuromuscular.
 Para planificar los objetivos del tratamiento rehabilitador tras un ictus es necesario conocer el pronóstico funcional del paciente. "Es imprescindible tener presente el estado mental del paciente y el interés por alcanzar la recuperación, pues resulta de suma importancia que él participe de forma activa en la terapia” manifesto Juan Carlos Garcia, quien se especializa en personas con problemas cardiovasculares y tercera edad. El objetivo de la terapia física es lograr que el paciente reeduque las actividades motoras, como caminar, sentarse, ponerse de pie, acostarse y el proceso de cambiar de un tipo de movimiento a otro; así como minimizar las repercusiones personales, familiares y sociales del ictus, hasta un nivel lo más parecido posible a la situación premórbida. Entre los medios de la Cultura Física, los ejercicios son los que se emplean con mayor frecuencia con fines terapéuticos, para la activación del trabajo muscular debido a su significación biológica, fisiológica y psicológica en la vida del hombre. La rehabilitación por medio de los ejercicios físicos ayuda a los sobrevivientes de un accidente cerebrovascular a reducir su dependencia de sus cuidadores y mejorar su calidad de vida. La clave de un entrenamiento exitoso incluye la actitud de la persona afectada, la alimentación, la destreza del equipo y del entorno social (la cooperación de los familiares y amigos).
YA LO SABEN.....¡A PONERSE LAS PILAS!



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