lunes, 30 de marzo de 2015

SALUD: Pausas activas disminuyen el ausentismo laboral

Se recomiendan 15 minutos 
por cada dos horas continuas de trabajo
Pausas activas disminuyen
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 el ausentismo laboral


Según indica la Organización Internacional del Trabajo, uno de los principales objetivos de la salud ocupacional es desarrollar actividades multidisciplinarias encaminadas a la promoción, educación y prevención de los empleados, para protegerlos de los riesgos laborales y ubicarlos en un ambiente de trabajo de acuerdo con sus condiciones fisiológicas.
De esta manera, las llamadas pausas activas apuntan directamente a su cumplimiento en la prevención de trastornos del sistema osteo-muscular, siendo este uno de los más afectados estadísticamente por exposición a condición laboral.
Pero, ¿qué son las pausas activas? Anabella Moreira, Coordinadora Técnica de Sanitas Ocupacional y especialista en salud laboral, explica que “estas son un descanso activo, que busca romper los ciclos de movimientos repetitivos y posturas mantenidas que se puedan generar a lo largo de la jornada diaria, con la finalidad de prevenir o mitigar el riesgo biomecánico y por ende posibles alteraciones osteomusculares producidas por la carga laboral, el sedentarismo y condiciones de puestos de trabajo. Además, estas buscan fomentar hábitos saludables en el lugar de trabajo, disminuir el ausentismo por dicha causa, mejorar el clima organizacional y las medidas de seguridad, protección y bienestar”.
Asimismo, aclara la especialista, las pausas activas se basan en la implementación de actividades que beneficien la recuperación muscular, por lo cual se pueden desarrollar programas basados en el estiramiento y/o fortalecimiento de los músculos, relajación, agilidad mental, entre otros. La programación de los ejercicios está direccionada a las partes del cuerpo que tengan mayor demanda a lo largo de la jornada laboral. Por ejemplo, “en el caso de las personas que utilizan computadora o llevan a cabo labores administrativos, se priorizan los movimientos para cuello, miembros superiores y tronco. Sin embargo, si el trabajo se evidencia con amplia demanda cognitiva, también debemos incorporar tareas de agilidad mental”.
“La recomendación principal se orienta a desarrollar un programa dinámico, en el que se planifiquen diferentes ejercicios para cada segmento y se alternen con otras actividades para garantizar su implementación en todos los niveles de las organizaciones y mantener el interés del trabajador”, asegura Moreira.
Tan solo 15 minutos por cada dos horas continuas de trabajo –según lo indica la norma COVENIN 2742-1998 que rige en Venezuela–, previene la fatiga muscular, por lo cual mitiga los factores para la aparición de lesiones músculo-esqueléticas; aumenta la productividad; permite mayor capacidad de concentración; modifica el nivel energético del individuo, ya que la respiración es fundamental; y desarrolla la implementación de hábitos de vida saludables.
La experta de Sanitas Ocupacional comenta que “el principal motivo por el cual debemos realizar pausas activas es mejorar nuestra calidad de vida y bienestar. Al evaluar el tiempo continuo que le dedicamos a una misma actividad, en la cual no cambiamos de postura, o aquellas que realizamos todos los días utilizando el mismo segmento corporal, nos damos cuenta que no identificamos cuando el músculo se fatiga sino hasta la aparición del dolor o cuando ya se encuentra instalado un daño. Por ello, generar el hábito de implementar programas preventivos en las actividades laborales y extralaborales, se traducirá en beneficios para su salud y, en consecuencia, para el desarrollo óptimo de todas las dimensiones donde se desenvuelve el ser humano”.
En la actualidad, el ritmo de vida de los venezolanos, las demandas sociales y el tiempo dedicado al trabajo, hacen cada vez más difícil crear espacios que se destinen a realizar actividades que promuevan estilos de vida saludables. Por ello, es fundamental promocionar en todos los lugares posibles programas de participación para el desarrollo de actividades físicas y uno de ellos debe ser, sin lugar a dudas, el trabajo, a fin de generar condiciones laborales armónicas y efectivas. Un trabajador sano es igual a un colaborador productivo, lo cual impacta directamente en su estado emocional, nivel de satisfacción y compromiso con la organización, finaliza la experta.






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