Se recomiendan 15 minutos
por cada dos horas continuas de trabajo
Pausas activas disminuyen
el
ausentismo laboral
Según indica la Organización
Internacional del Trabajo, uno de los principales objetivos de la salud
ocupacional es desarrollar actividades multidisciplinarias encaminadas a la
promoción, educación y prevención de los empleados, para protegerlos de los
riesgos laborales y ubicarlos en un ambiente de trabajo de acuerdo con sus
condiciones fisiológicas.
De esta manera, las llamadas pausas activas apuntan
directamente a su cumplimiento en la prevención de trastornos del sistema
osteo-muscular, siendo este uno de los más afectados estadísticamente por
exposición a condición laboral.
Pero, ¿qué son las pausas activas? Anabella
Moreira, Coordinadora Técnica de Sanitas Ocupacional y especialista
en salud laboral, explica que “estas son un descanso activo, que busca
romper los ciclos de movimientos repetitivos y posturas mantenidas que se
puedan generar a lo largo de la jornada diaria, con la finalidad de prevenir o
mitigar el riesgo biomecánico y por ende posibles alteraciones osteomusculares
producidas por la carga laboral, el sedentarismo y condiciones de puestos de
trabajo. Además, estas buscan fomentar hábitos saludables en el lugar de
trabajo, disminuir el ausentismo por dicha causa, mejorar el clima
organizacional y las medidas de seguridad, protección y bienestar”.
Asimismo, aclara la especialista, las pausas activas se basan en la
implementación de actividades que beneficien la recuperación muscular, por lo
cual se pueden desarrollar programas basados en el estiramiento y/o
fortalecimiento de los músculos, relajación, agilidad mental, entre otros.
La programación de los ejercicios está direccionada a las partes del cuerpo que
tengan mayor demanda a lo largo de la jornada laboral. Por ejemplo, “en
el caso de las personas que utilizan computadora o llevan a cabo labores
administrativos, se priorizan los movimientos para cuello, miembros superiores
y tronco. Sin embargo, si el trabajo se evidencia con amplia demanda cognitiva,
también debemos incorporar tareas de agilidad mental”.
“La recomendación principal se orienta a desarrollar
un programa dinámico, en el que se planifiquen diferentes ejercicios para cada
segmento y se alternen con otras actividades para garantizar su implementación
en todos los niveles de las organizaciones y mantener el interés del
trabajador”, asegura Moreira.
Tan solo 15 minutos por cada dos horas continuas de
trabajo –según lo indica la norma COVENIN
2742-1998 que rige en Venezuela–, previene la fatiga muscular, por lo cual
mitiga los factores para la aparición de lesiones músculo-esqueléticas; aumenta
la productividad; permite mayor capacidad de concentración; modifica el nivel
energético del individuo, ya que la respiración es fundamental; y desarrolla la
implementación de hábitos de vida saludables.
La experta de Sanitas Ocupacional comenta que “el
principal motivo por el cual debemos realizar pausas activas es mejorar nuestra
calidad de vida y bienestar. Al evaluar el tiempo continuo que le dedicamos a
una misma actividad, en la cual no cambiamos de postura, o aquellas que
realizamos todos los días utilizando el mismo segmento corporal, nos damos
cuenta que no identificamos cuando el músculo se fatiga sino hasta la aparición
del dolor o cuando ya se encuentra instalado un daño. Por ello, generar el
hábito de implementar programas preventivos en las actividades laborales y
extralaborales, se traducirá en beneficios para su salud y, en consecuencia,
para el desarrollo óptimo de todas las dimensiones donde se desenvuelve el ser
humano”.
En
la actualidad, el ritmo de vida de los venezolanos, las demandas sociales y el
tiempo dedicado al trabajo, hacen cada vez más difícil crear espacios que se
destinen a realizar actividades que promuevan estilos de vida saludables. Por
ello, es fundamental promocionar en todos los lugares posibles programas de
participación para el desarrollo de actividades físicas y uno de ellos debe
ser, sin lugar a dudas, el trabajo, a fin de generar condiciones laborales
armónicas y efectivas. Un trabajador sano es igual a un colaborador productivo,
lo cual impacta directamente en su estado emocional, nivel de satisfacción y
compromiso con la organización, finaliza la experta.
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