GINEBRA, 17-02-1966…ACUERDO O CONFLICTO ?
G.D Oswaldo
Sujú Raffo.
Pdte. IDEFV 17-02-2015.
Hace 49 años el
día 17 de Febrero, se firmó en Ginebra-Suiza un acuerdo entre Venezuela y la
Gran Bretaña en la búsqueda de soluciones satisfactorias y pacíficas, a la
controversia surgida por el Laudo de París de 1899, declarado por Venezuela
como NULO e IRRITO, por ser violatorio de permanentes principios del Derecho
Internacional; posición nacional inalterable que se mantiene y que debe
mantenerse contra viento y marea, a pesar de los criterios de ideólogos y
defensores de “sirenas jurídicas” lesivos al patrimonio territorial, marítimo y
fluvial de Venezuela.
Desde el año
1948 Venezuela ante instancias internacionales, rechazó esa componenda entre
potencias mundiales que nos despojó vilmente de casi 160.000 kms2, lo que hoy
representa nuestro territorio Esequibo. En los años venideros 1951, 1954, 1956,
1962, 1963 y 1964 se mantiene el contencioso venezolano del nulo e irrito Laudo de París de 1899, además se señaló con
los mismo estigmas a su “progenitor” el Tratado de Arbitraje de Washington de
1897 (aceptado por Venezuela bajo amenaza de invasión militar británica, con
buques de guerra anclados en aguas del delta del Orinoco así como la afrenta a
nuestro gentilicio, por la ausencia de jueces venezolanos como exigencias de Inglaterra).
El Acuerdo de Ginebra
de 1966 representó para ese momento un triunfo para la diplomacia criolla, pues
ante los irrefutables y legítimos derechos de Venezuela, la Gran Bretaña aceptó
revisar los documentos que dieron base jurídica a la contención de Venezuela.
El 17 de Febrero, los gobiernos de Venezuela y Gran Bretaña firman el Acuerdo,
pero incluyen a la colonia la Guayana Inglesa (próxima a lograr su
independencia), circunstancia que cambia el rumbo de nuestra reclamación. Si
antes era un país en vías de desarrollo “versus” una potencia mundial, ahora
será ese mismo país “versus” un endeble y precario nuevo país, Guyana, de
460.000 habitantes ocupando un territorio de 215.000 kms2, en donde 160.000 kms2 pertenece geográfico,
histórico y jurídico a Venezuela, ¡sin dudas!
El espíritu o motivo de ley del Acuerdo de
Ginebra, fue la búsqueda de soluciones satisfactorias, prácticas y pacíficas de
la controversia limítrofe, en virtud de la contención de Venezuela. En sus
artículos se pone en prueba la buena voluntad de las partes; no obstante
Inglaterra, astuta, delega en Guyana sus responsabilidades, al convertirlo en
nuevo miembro del Commonwealth. Las Comisiones Mixtas de ambas partes, no tuvieron
los resultados deseados por la intransigencia de Guyana; los 12 años del
Protocolo de Puerto España en 1970 congeló hasta las “buenas voluntades” por el rescate del T.
Esequibo y esa inexplicable inacción, produjo una euforia de triunfo en el
liderazgo guyanés.
Todos los
presidentes de Guyana, empezando por F.
Burgham, D. Hoyte, Ch. Jagan, B. Jagdeo y D. Ramotar, siempre declararon que: “los límites de su
país son los indicados en el Laudo de
París de 1899 y que no existe ninguna controversia limítrofe con Venezuela. Esta
actitud de Guyana contrasta con la de
Venezuela, siempre dispuesta a cumplir lo acordado a pesar de la
mezquindad y agresiones de Guyana. El Art. 5 del Acuerdo de Ginebra fue
utilizado por Guyana para explotar a su libre arbitrio nuestro Esequibo, por lo
impreciso en su contenido. Indicaba que: “ningún acto o actividad que allí se
realice, ni otorga ni quita soberanía a las partes”; esto favoreció a Guyana
tomar y esquilmar lo que le es ajeno. En cambio de haberse escrito así:“Mientras
no acuerden las partes, soluciones prácticas y satisfactorias a la controversia,
quedará prohibido cualquier actividad de exploración y explotación en dicho
territorio”. ¿Por qué esa estulticia que permitió que un acuerdo se convirtiera en conflicto?,
pienso tal vez por la bondad de Venezuela (¡como siempre!), ante los “lloriqueos”
de Burgham: “por no poder alimentar a su pueblo…”
Lo que
hoy sucede entre Venezuela y Guyana es todo
lo contrario al espíritu del Acuerdo de Ginebra. Una resultante indefinida e
ignorada de las Comisiones Mixtas; un Buen
Oficiante de la O.N.U buscando el diálogo entre las partes por más de 25 años y
la actitud agresiva, inamistosa y rapaz de Guyana que, violando de manera
impune jurisprudencias internacionales del T.I.J
de La Haya, de la O.N.U, de la O.E.A, con respaldo de sus colegas del CARICOM, de PETROCARIBE y la hipócrita
actitud de países “hermanos” o “amigos” indiferentes a nuestra justa causa; ha logrado difundir y crear matrices de opinión de sus pretensiones ilícitas, en nuestra tierra y
mar, con la astucia y la insolencia muy bien aprendidas de “Albión” mientras nosotros nos confundimos en
un “pasticho” ideológico, en detrimento del verdadero interés nacional. Por
todo ello, Guyana se olvidó del deber ser del Acuerdo de Ginebra de 1966 y se prepara, por todos los medios, a
lograr ser una verdadera heredera del colonialismo británico…Pero eso no será
posible, mientras exista este Acuerdo, al cual están atados ambos países y las
futuras decisiones deben ser presentadas, de manera conjunta o bilateral ante
la O.N.U.
Debemos evitar
repetir errores pasados; muchos Estados han desaparecidos del escenario mundial
por decisiones contrarias al interés nacional. En 1965, el Dr. René de Sola, gran jurista y luego Canciller, cuestionó
el sentido y alcance del inminente Acuerdo de Ginebra por cuanto, a su criterio
jurídico, dilataba inútilmente el proceso de recuperación del Esequibo y
advirtió que, la aceptación de Venezuela a los medios de solución pacíficos no
implicaba la renuncia, a los medios
lícitos de presión reconocidos por el Derecho Internacional. Además,
precisó, que la colaboración económica con el nuevo Estado, tenía que estar
condicionada al reconocimiento que éste haga de nuestros legítimos derechos en
el territorio Esequibo. Lamentablemente, como ha pasado otras veces,
no se atendió esta vital y valiente recomendación del Dr. De Sola en ese
momento histórico que vivió nuestro país. Hoy tenemos un conflicto con
un país que pretende consolidarse, en territorios nacionales de Venezuela y de
Surinam. Rechacemos ese estólido criterio de que negociar implica ceder
soberanía, eso es traición a esta Venezuela tuya, mía y nuestra. ¡¡ La Patria siempre debe ser primero!!
Fuera los castrocomunistas, vividores y chulos.
Hasta luego!
idefvsoberania@gmail.com
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