GUYANA, UN MAL
VECINO
TERROFAGO Y
CINICO.
GD.Oswaldo Sujú Raffo.
Pdte.
del IDEFV 28-08-2014
Dice el refranero
popular: “más culpa tiene el que se deja hacer, que quien le hace”. Sin
temor a equivocarme este ha sido el drama de Venezuela, en casi dos siglos de
existencia republicana, encogiéndonos como una “piel de zapa”. Son miles de kms2 entregados, sin disparar siquiera un tiro de trabuco naranjero, por esa flatulenta
geopolítica de buen vecino, pacífico, solidario y generoso, a pesar de las
afrentas y agresiones sufridas a traición y con toda la intención expansionistas, de nuestros obligados vecinos. La sentencia del Dr. Laureano Gómez (Pol-Col. 1889-1965)
sobre el Estado que observe esa actitud tan débil y entreguista, es dramática: ¡¡Desaparecer a espaldas del Derecho
Internacional !! Nuestra Historia así lo señala, en los difíciles momentos políticos,
económicos y militares de Venezuela,
nuestra soberanía nacional fue vulnerada por la fuerza ó por el engaño, sin
dejar de admitir nuestra desidia, nuestra ignorancia y hasta nuestra falta de “criadillas”.
El caso de nuestro Territorio Esequibo, nos viene como “anillo al dedo”, un
espacio geográfico histórico y jurídico, legítimamente venezolano, hoy ocupado
ilegalmente por Guyana en virtud de una
componenda política entre dos potencias (Inglaterra y Rusia), con la anuencia
de un “jarrón chino” (USA) en el írrito, ilegal y ladrón Laudo Arbitral de París de 1899;
coincidente este hecho con la persecución que, en esos días, hacía el Gral. Cipriano Castro al Gral. Andrade por el
solio de Miraflores… Después de conocerse (1948) la farsa del Laudo,
Venezuela denunció ante
la O.N.U las irregularidades
del mismo y por vez primera Inglaterra aceptó la contención venezolana y pudo
firmarse el Acuerdo de Ginebra de 1966.
A los pocos meses nace la República Cooperativa de Guyana
y queda sujeta a ese Acuerdo, siendo en
lo práctico el reemplazo de Inglaterra en la controversia (grave error de
Venezuela al aceptarlo). El Acuerdo de 1966, es indefinido en su Art. V, no
precisa ni exige tiempo ni limitaciones a las partes en litigio, por eso Guyana
aprovechó esa inconsistencia para hacer de las suyas y disfrutar de un
territorio ajeno a diestra y siniestra, con la complacencia internacional y la
medrosa y traicionera actitud de los gobiernos criollos de los últimos 45 años,
en particular en los últimos 15 años. Con todas las dádivas, ayudas, regalos y
consideraciones de Venezuela, la agresiva Guyana como buena representante del
colonialismo británico, violando acuerdos internacionales, jurisprudencias
vigentes de Tribunales Internacionales, trata de sacar el mayor provecho
posible del marasmo venezolano, de su aquiescencia, del estoppel continuado de la Cancillería vernácula. De todas estas acciones
inamistosas e ilegales, en franca violación al espíritu del Acuerdo de Ginebra,
señalo: Explotaciones en tierra firme del Esequibo venezolano con empresas
internacionales, otorgándoles concesiones para la explotación
de minerales; de maderas , como es el caso de la concesión a la China Bai San
Li de 960.000 htas de selva virgen, que representará 120 millones de m3 de
valiosa madera; concesión a capitales de USA y del Brasil para construir una gran
represa hidroeléctrica en el Alto Mazaruni, inundando 2.400 kms2 de selva,
hábitat de etnias indígenas ancestrales; contaminación y depredación del
ambiente en concesiones ilegales sin control alguno; concesiones a
transnacionales del petróleo para la prospección y explotación de hidrocarburos
en la fachada atlántica venezolana, no solo en la que genera el Territorio
Esequibo, sino en frente al Delta del Orinoco. La violación de esas aguas
(ancestralmente no sujeta a discusión) debe considerarse como CASUS BELLI
por Venezuela y su Fuerza Armada
Nacional. No debemos olvidar sus acuerdos de apoyo político con los
integrantes del CARICOM, con otros
países del área y los acuerdos de cooperación militar con Francia, con Brasil y
con China. Tal vez por esto último Guyana se
muestra tan osada y agresiva que, adrede viola acuerdos de delimitación
marítima firmada por Venezuela, Trinidad y Tobago en 1990, asimismo trata de
cerrar nuestra libre salida al Atlántico
y presiona para delimitar áreas marinas sin resolverse el asunto en tierra,
como exige la jurisprudencia internacional. Compatriotas civiles y
militares, sin distingo ni excepciones, es
la hora de tomar decisiones y salvar nuestro Esequibo, pasemos por encima
de los obstáculos y recuperemos lo que siempre ha sido nuestro, esa parte de
esta Venezuela tuya, mía y nuestra. Fuera
los castrocomunistas, los chulos y vividores. La Patria es primero. Hasta luego
!!
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