ESTÁ
CLARÍSIMO
A continuación el
artículo de Freddy Elías Kamel Eljuri:
Columnista de Aporrea al presidente Maduro:
El malestar en las calles es
Columnista de Aporrea al presidente Maduro:
El malestar en las calles es
una bomba de tiempo
Antes que debatir aumento de gasolina y electricidad, así como regularizar la distribución de bienes y servicios, también es pertinente ¡que el Estado se plantee, qué hacer con el creciente descontento en las calles!.
¿Acaso alguien duda que sea este un
problemón que está afectando la calidad de vida de la población consumidora, y
que además pudiera ser una bomba de tiempo, con consecuencias
impredecibles para el país?
De ahí, que las encuestas estén diciéndonos, que mucho malestar
acumulado, a su vez solo representan una peligrosa situación, y que para nada
favorece la buena imagen del gobierno revolucionario. Entre tanto, los efectos
de la guerra económica, así ella emplee maniobras tramposas, a la postre
termina quitándole parcelas de simpatías al Presidente Nicolás Maduro.
Y mientras muy a nuestro pesar, se
siguen produciendo calamidades, ajenas a la voluntad de la revolución porque
son provocadas por factores externos e internos, también es de inteligentes
aceptar que la situación se agrava cada vez más, toda vez que se carece de
eficientes servidores públicos que entiendan su obligación de garantizar la
mayor eficiencia en la administración Maduro.
De modo que ante esta realidad que tiene varias lecturas y que convoca a
la reflexión, se impone a manera de reto una revolución dentro de la
revolución, tal como expuse hace más de diez años, cuando me dio mala espina
ese grosero enquistamiento por parte de funcionarios que se creen
insustituibles. Incluso, entre estos burócratas empedernidos que se niegan
aceptar que son de libre remoción y que , a su vez, le cierran el paso a las
nuevas generaciones, también hay aquellos que sobrestimándose, dicen que después
de ellos, viene el diluvio.
Aunque en verdad nadie quisiera ver en apuros a este primer ensayo de
gobierno popular, sin embargo, advertimos que en las calles la procesión va por
dentro, por lo que nadie sabe cómo ni cuándo el pueblo se arreche y salga a las
calles. ¿O acaso El Caracazo fue una ficción inventada por los políticos para
meterle miedo a la gente, y justificar la represión como pretexto para abortar
cualquier eventual explosión social?
Espero que a este humilde servidor,
que no tiene ansias de protagonismo, lo acusen de temerario, o de pájaro de mal
agüero; pero cuando el río suena, es porque piedras trae. ¿O no?
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