Para lograr un efectivo tratamiento
El diagnóstico adecuado
del cáncer de mama
¡Es indispensable!
Según cifras que ofrece la Sociedad Anticancerosa de Venezuela, en
el país se diagnosticaron 3.564 nuevos
casos de cáncer de mama, con una tasa de 27,47 casos por cada 100.000
mujeres, de los cuales mueren 11,98
casos.
Por su parte, la Organización Mundial de la Salud (OMS), indica que al menos un
tercio de todos los casos de cáncer de diversos tipos, pueden prevenirse; por
lo que la prevención debe ser la principal estrategia que se realice, a fin de
ofrecer el mejor control del cáncer.
Sin embargo, muchas personas quedan
lejos de la posibilidad de prevención, y se encuentran ante un cáncer de mama
que es inminente en su organismo. Es para ellas que, más allá de realizar
campañas de prevención, hay que fomentar la realización de un diagnóstico
precoz. ¿Qué pasaría si, además de contar con un diagnóstico precoz, se pudiera
garantizar un análisis correcto y adecuado del tipo de cáncer que está
presente? Sin duda, el panorama del paciente podría cambiar de manera significativa.
Inicialmente, para realizar el diagnóstico de la enfermedad se realiza una mamografía
y un eco mamario, los cuales funcionan como estudios complementarios; esto
permitirá, entre otras cosas, determinar si existe un saco de líquido (quiste)
o una masa sólida. Esta diferenciación es importante debido a que, por lo
general, los quistes son benignos, pueden ser controlables y drenados.
Luego
se realiza una biopsia en el tejido sospechoso, lo cual
confirmará la existencia o no de células cancerosas. Generalmente, el análisis
de la biopsia corrobora la presencia de cáncer en una de cada cuatro mujeres
que presentaron anomalía en la mamografía. Una vez que se confirma que es un
cáncer, se analiza la muestra para determinar sus características, lo que podrá
ayudar a los especialistas a conocer cuál podría ser la rapidez con la que se
extenderá el cáncer y definir los tratamientos más apropiados.
Existen 4 tipos de cáncer de mama, según la clasificación molecular, los
cuales son: Luminal A y B, Basal Like y
Her2. La Dra. María Belén Fuentes,
oncólogo clínico y coordinadora docente del postgrado de Medicina Oncológica
del Instituto Oncológico “Dr. Luis
Razetti” señaló que cada tipo se comporta de una manera distinta, y
difieren en gran manera en sus índices de crecimiento, su tendencia a
extenderse y la respuesta al tratamiento.
Ya establecido el diagnóstico y la
extensión del tumor, se deben indicar las opciones de tratamiento que se
consideren más favorables para cada paciente. La Dra. Fuentes destacó que “no
todos los tipos de cáncer se tratan de la misma manera, es por eso que es
importante tener un conocimiento profundo de la biología de cada caso: hacer el
perfil genético cuando sea indicado y realizar la inmunohistoquímica de manera
obligatoria”.
Adicionalmente, la especialista recalcó
que “es
importante que el primer procedimiento oncológico se realice con éxito, ya que
esto va a marcar la pauta y la evolución de ese paciente”. Por esta
razón, el paciente debe contar con un equipo multidisciplinario, que permita
lograr un mejor control de la enfermedad “el cirujano, el oncólogo médico y el
radioterapeuta deben trabajar juntos para ofrecer las mejores opciones al
paciente”, acotó.
La experta comentó que en enfermedad
localizada, localmente avanzada y enfermedad metastásica, existen diversas
opciones desde el punto de vista médico con quimioterapia, manipulación
endocrina y terapias biológicas. “Estas últimas, dentro de las cuales se
encuentran el bevacizumab y el trastuzumab,
funcionan mediante mecanismos de acción específicos, es decir, van
directo a donde está el daño a nivel celular”, señaló.
Campañas
de prevención continua
La Dra. Fuentes finalizó
destacando la importancia de mantener durante todo el año, campañas de
prevención de esta patología que afecta a millones de personas alrededor del
mundo, e invitó a las personas —principalmente las que tengan factores de riesgo—
a asistir con regularidad al ginecólogo para realizarse los estudios de pesquisa en cáncer de mama.
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