Cada
12 de octubre se conmemora la lucha contra la artritis
Calidad de vida para pacientes
ARTRITIS REMATOIDE
La
artritis reumatoide (AR), es una enfermedad sistémica, es decir, que afecta a
todo el cuerpo y que genera la inflamación de las articulaciones, causando
cambios en su forma, lo cual deteriora la capacidad funcional y la calidad de
vida del paciente.
El
Dr. Benito Losada, médico internista-reumatólogo de la Clínica Atias, comenta
que aunque la AR es una patología con predominio del componente articular, un
20% de los pacientes sufren afecciones en diferentes órganos y sistemas, entre
ellos: ojos, pulmón, pleura, corazón, piel y vasos sanguíneos. Además, señaló
que la incidencia de AR se calcula entre 0.5% y 1% de la población mundial, siendo
un poco más baja en China (0.3%) y más alta en nativos de Norte-América.
La
AR presenta síntomas que determinan su identificación, tales como: dolor e
inflamación de grandes y pequeñas articulaciones, rigidez matutina, fatiga, y
en ocasiones anemia y pérdida de peso. Dichas señales influyen negativamente en
la calidad de vida de quienes la padecen, y afectan el ámbito personal y
profesional. Incluso, si no se le da una apropiada y adecuada atención, puede
llegar a incapacitar por completo al paciente, limitándolo física y
emocionalmente.
Adicionalmente,
el Dr. Losada indicó que “el sexo femenino tiene mayor predisposición para
desarrollar la enfermedad, y es más frecuente en personas de piel blanca. Los
factores de riesgo más estudiados han sido el tabaquismo, la obesidad, la
deficiencia de vitamina D y el estrés, ocasionado por factores psicosociales y
económicos”.
El
diagnóstico de la AR está basado en un examen físico exhaustivo al paciente por
parte del especialista, un análisis de los síntomas y los correspondientes
exámenes a nivel articular y musculoesquelético. De igual manera, la
recomendación es apoyarse en exámenes de laboratorio que incluyen el perfil
general y el factor reumatoideo, ambos importantes para el pronóstico de la
patología; e imágenes como los rayos X, ecosonograma y resonancia magnética.
Luchando por el
buen vivir
Cada
año, el duodécimo día de octubre, la comunidad médica, asociaciones de
pacientes, pacientes y familiares de todo el mundo se juntan para aumentar la
conciencia sobre la artritis reumatoide. El foco principal de conmemorar este día
es recordarle al público general sobre las diferentes opciones que existen para
disminuir la patología, y la extensa red de ayuda y tratamientos disponibles
para los pacientes.
El
Dr. Losada indica que la AR es una enfermedad que compromete
muchos aspectos de la vida del paciente, que pueden involucrar la aceptación o
no de la enfermedad, la autoestima, los diferentes y lógicos temores de
dependencia, la pérdida de las relaciones amorosas, amistosas, familiares y, en
algunos casos, laborales.
La
familia, particularmente, desempeña un papel muy importante para pacientes con alguna
enfermedad crónica, y lo primero que debe hacer el médico tratante es lograr que
el paciente y sus familiares comprendan la patología y sus características. "Deben comprometerse a prestar la ayuda básica cuando se presenten los momentos
de crisis, contribuir con el cumplimiento del tratamiento, y en aquellos
pacientes que por su capacidad funcional no puedan valerse por sí mismos, estar
prestos a proporcionarles el sustento y medios para su movilización”,
expresa el especialista.
Opciones
individuales
En
las décadas de los ochenta y noventa, los objetivos fundamentales del
tratamiento eran obtener el alivio de los síntomas, mejorar la capacidad
funcional y, en la medida de lo posible, disminuir el progreso de la enfermedad.
Actualmente las metas son ambiciosas pero factibles, por lo cual, obtener la
remisión total de la patología, es el norte principal de los estudios e
investigaciones científicas.
“Una
vez realizado el diagnóstico, establecemos el pronóstico estudiando las
articulaciones comprometidas y los factores de riesgo, de forma individualizada.
Iniciamos con medicamentos de remisión, y posteriormente se aplican medicamentos
de la clase esteroidea, las cuales son útiles en el control de los síntomas al
inicio de la terapia y en los momentos de crisis articulares. El progreso
del paciente en los primeros meses debe ser monitoreado; de
acuerdo a la evolución se decidirá iniciar terapias biológicas.”, destacó el Dr.
Losada.
El
experto define las terapias biológicas como “uno de los mayores impactos en los
tratamientos de diferentes patologías autoinmunes, en especial la artritis
reumatoide, las cuales actúan no sólo en la reducción de los síntomas sino en
el impedimento de la progresión de la enfermedad”. También explica que dichas
terapias han incidido en el pronóstico de la AR en un porcentaje elevado de
pacientes, que han logrado desempeñarse de forma satisfactoria tanto en lo
personal, laboral y social en los años más útiles de sus vidas.
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